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394 ESTUDIOS BÍBLICOs.-Fr. S. de Ausejo, O. F. 2\1., Cap. Vimos antes que Cristo Jesús es el tema central de todo el Pró– ~oge>. ¿ Qué nos dicen, respecto de El, los vv. transcritos? En esta primera y grandiosa estrofa, dividida en tres tripletas o grupos subalternos de versos (con sus interferencias correspon– ,dientes, según es propio del proceder mental de San Juan), se nos presenta a Cristo bajo tres aspectos : como consustancial con Dios (vv. 1-2) ; como intermediario de la creación, vida y luz de los hom– bres (vv. 3-5), y como rechazado por el mundo y por su puebJo, a pesar de que el mundo fué hecho mediante El y a pesar de haber venido «a los suyos» (vv. 9-11) De esta manera, San Jurm lanza de lleno a Jesús, en cuanto Hijo de Dios, en el seno de la dfrinidad, como consustancial con el Padre (cf. 20, 31) ; la creación ha si.do realizada, no por Jesús, ni siquiera por e'l Hifo, con exclusión de las otras divinas personas (pues sabido es que las obras de Dios «ad extra>) son comunes a las tres personas de la Trinidad), sino mediante Jesús, donde la prepo· sición ~tá debe conservar ese carácter vago de las preposiciones he– breas, que permitía a San Pablo decir conjuntamente que el mun– do fué creado en, niediante y con miras a Cristo ev, ~tá, sk y cuyo pensamiento repite aquí San Juan dos veces en el Prólogo (vv. 3 y 10) ; la revelación sobrenatural y la vid1. nos vienen de Cristo, que es la Vida y es la Luz ( conceptos tan repetidos a lo largo de todo el Evangelio), y si «el mundo» y el pueblo de Israel, <clos suyosiJ, no le recibieron, con ello se apunta a la idea de repulsa y, en cierto modo, a la situación kenótica de Cristo, puesto que no se presenta en el mundo con el esplendor y la gloria que a su persona corres– ponden. Concebida así toda esta primera parte, en cuyos detalles exegé– ticos nos es imposible detenernos, pero cuyo sentido general cree– mos haber expuesto acertadamente, parécenos a todas luces mani– fiesto que el contenido temático de estos versículos coincide, en sus líneas ·generales, con lo que venimos llamand;) primera idea funda– mental de los himnos cristológicos : descripción de Cristo en su se1 teándrico y su intervención en la creación histórica, así como sr obra en la tierra en cuanto origen de la vida sobrenatural y de fa luz de la revelaci6n. La segunda idea fundamental del himno cristológico era la hu millación o kenosis de Cristo, tan ampliada en Filipenses, pero clara y concretamente aludida en Colosenses y Hebreos, y más ve• ladamente en la I de Timoteo.