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338 BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDJZ mérito infinitos del acto libre y espontáneo de Cristo eligiéndo la muer– te, y el valor extraordinario del acto libre y espontáneo por e,I cual tam- - bién María eligió el morir, hasta el punto de que el valor de este acto d_e, María tien~ igualdad de imitación y de semejanza en todt;t la exten-. s10n de lo posible, aunque no de mérito y de perfección con el valor del acto de Jesús. ,. ' No se entr,etiene. fray· Diego en probar 'punto por punto la doctrina que presenta. Conténta~e. con proponerla y e:x;planarla, sin intentar ape– nas dar pr:uebas dog~at10as de sus asertos, fuera de esta razón general, q~e por s1 sola consti~uye ya ,un v~rdadero argumento: que así suce– drnron las cosas en Cristo y as1 hubieron de suced,.er también en María. Ignoraba -entonces e1 Beato que más ta,rde se vería obligado a presentar argumentos teológicos, cuando tuviera que pre•parar su defensa ante la Inquisición. Pero, predicando al creyente, piadoso/ y .mariano pueblo español, no juzgó necesario. dar otras pruebas de una doctrina que él consideraba ,poco menos que de dominio público, fuera de la analogía. .existente entre Cristo y la Virgen. Tan sólo dos veces recurre en esos . párrafos a lo que pudiéramos llamar argumento de autoridad, citando la fuente de donde toma algunos pensamientos que a primera vista. pa– recen algo extraños o insólitos. Pero, si bien se analizan •esos pensa– mientos, se verá que ya están formalmente contenidos y categóricamen– te afirmados en los que Jes preceden o les siguen. Por lo tanto, en los párrafos citados encontramos la tesis (no una simple hipótesis) de fray Die~o. Las pruebas particulares, que aquí no creyó oportunas, las a•pun– tará después, conforme veremos al -examinar la defensa que preparaba contra los alegatos de los censores inquisitoriales. Esta tesis de nuestro Beato no es fruto de un arranque o,ratorio o de - un fervor impremeditado, pues el s·ermón en que la expone -está escrito en la placidez· de su reUro solitario de Rondá. 'Además, y sobre, todo, é~ta fué la: posición que él defendió en el terreno estrictamente doctrin.al y teológico del proceso. 3) 1nteruénción del Inquisidor· General 1J de la Jan"ta Calificadora La doctrina de fray Diego, ohj eto prindpal de la delaeión y del pro– ceso seguido contra él, no fúé la de 1a mnerte de María; fué la defensa intrépida de la autoridad pontificia que durant,e l_os treinta años de su actividad apostólica hizo noblemente él santo capuchino fr,ente al rega– nsmo importado a España por la .Ilustración. Fray Diego se convierte en esforzado défensor del Papa y en verdadero representante de la doc– trina· católica •en toda su pureza, mientras los "ilustrados" y el Tribu– nal mismo de la Inquisición se,guían las corrientes regalistas. La Inqui– sición 4allábase entonces mediatizada y v,endida por -0ompleto al ,poder real y al regalismo, y así no es extraño que iniciara un proceso, incom– prensible en ·otras épocas, contra la doctrina contenida en los sermones impresos del santo apóstoÍ -0apuchino. Este proceso, que permanece

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