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$34 B.mATO DIEGó JOSE DE CÁDlZ ····································••·············•································---················································-------- y plena libertad para escoger entre el morir o no mori,r; lo cual e~cluye en ella forzosamente la necesidad de la mue,rte por ley natural. · Pero, si esto es así, ¿no es realmente contradictorio el afirmar pri– mero que María "debió morir por la innata condición de su naturaleza" y decir después, en el texto que luego citaremos por extenso, que mu– rió "no por la precisa condición y ley de los demás mortales, sino por un acto libre y meritorio de su voluntad'': lo mismo que Jesús no murió "por Ia dura nece$idad"? · Para evitar, pues, tan patente contradicción, habrá que ,recurrir a la exégesis del pensamiento en conformidad con. su contexto. Podrían tal v-ez explicarse esas palabras de, fray Diego en esta forma: siendo María viadora ,por la innata condición de su naturaleza, tendría que acabarse alguna vez su vida terrena para comenzar la gloriosa. En Bste caso e-l "morir o acabarse alguna vez su vida" no indicaría la se– paración del alma y del cuerpo, sino simplemente ,el tránsito directo, sin.pasar por la muerte, de la vida de viadora a la de compirensora. Era, pues, necesario que muriese, es deciri acabase sa vida de viadora, pa– sando suavemente y por tránsito directo a la celestial; pero la obedien– cia y el amor fueron las causas de que la acabara precisamente pm la muerte. Mas esta explicación nos resulta vio1entísima, y por lo mismo in– aceptable. Nos parece más sencilla y natural, aunque su. demostración sea más larga, la siguiente, fundada en los calificativos que el Beato aplica a la obediencia y al amor como causas, y en el sentido del verbo "debió". Efectivamente, en la última frase del texto transcrito se defiende que la obediencia y el. amor, entendida la obediencia, como es natural: en sentido de acto libre y meritorio de la voluntad, fueron las causas ver– daderas e inmediatas de la muerte de la Santísima Virgen. Por consi– guiente, "la innata condición de su naturaleza" tendrá que ser causa de por sí no verdadera, no ri;ial, es decir: ineficaz; y no inmediata, es decir: remota. Teniendo esto presente, analicemos ahora el "debió morir". ¿De, qué obligación se trata? No física,, nacida de las leyes de la naturaleza hu– mana, porque, si así fuese, no quedaría opción posible a la voluntad de María para elegir libremente entre el morir y no morir, lo cual defiende fray Diego en la página siguiente, como veremos, donde afirma que el morir no fué para María de estricta obligació~7moral, porque la innata condición de la naturaleza humana respecto de la muerte pertenece al orden físico, y además, la obligación moral de sufrirla sólo tiene su origen en el pecado. Por lo tanto, el verb.o "debió'' en la frase- antedicha no puede ser interpretado en el sentido de estricta obligación. ¿ Cómo explicarlo ,entonces? 'f•res soluciones se 110s ofrecen y con cualquiera de ellas se obtiene el mismo resultado: María pudo morir, porque era de condición mortal; pero murió de hecho por otras causas, cuales son la obediencia meritoria, en la que ocupa un lugar esencialí– simo la libertad, y el amor. -7 '---k~

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