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PR. SERAF'ÍN DE AUSEJO, O, B'. M.: CAP. p25 ...............'•••·••••••• •·••• 000PS. ..,,......,,....~""·•·..··•..•·~----....,,.., ...~• ... -~....«•~•-)0,~~~---·····•···•U........ 'l;O.S,,-,,....-,............,.,,........~n.~•··•............ ,..,.,..~,l'•f.....,...._. así la escatología de la Virgen no puede menos de ser un vivo trasunto de la vida gloriosa de Cristo Jesús. Resürrección de Jesús: resurrección de Ma,ría. Ascensión de Jesús: Asunción d'.3 María. Sesión de Jesús a 1a diestra del Padre: .glorificación de María a la diestra de su Hijo. Este es el orden invariable en que se ofrecen al teólogo los misterios referen– tes al estado glorioso de la Madre de Dios y del Hijo de Dios" ( 19). Con razón, pues, insiste tanto nuestro Beato en el paraleli;m:10 que debe exis– tir entre la glorificación de Jesús y la ,glorificación de Ma,ría Santísima su Madre. · No. trata el santo misionero capúchino la cuestión hoy tan debatida .entre los teólogos católicos sobre •.cuál sería e1 objeto de una posible definición dogmática de la Asunción, a saber, si éste había de S•er único: la asunción o subida de María en cuerpo y alma gloriosos a los cielos, o triple: la muerte de lVIaría, su resuN'ección anticipada ,y su asunción gloriosa en cuerpo y alma, aun cucmdo la muerte y la resurrecci,ón no entraran en la definición dogmática como obj e.to directo de ella, sino solamente "ex obliquo" (20); a lo cual habría que añadir también como objeto de definición, aunque no fuese más que como aspecto distinto del misterio ·de la Asunción, la glorificación permanente y perpetua de María en la gloria (21). · No trató directamente fray Diego la cuestión de los ,posibles objetos de la definición dogmática, senciliamente porque en su tiempo nadie se proponía la cuestión misma de la definibilidad de la Asunción. Esta era para él, como para el pueblo cristiano al que predicaba, una verdad indiscutible, nna creencia cierta, segura, firmísima. Pero ni él ni sus contemporáneos pensaban por entonces en su definibilidad. Les preocu– paba mucho más, hasta absorbe,rlos totalmente, la definibilidad de la Inmaculada. Sin embargo, la insistencia con que determina,' y repite cuál es el significado completo de la festividad de la Asunción, cuyo sentido nos describe conw uniendo en si to·s tres misterios del. tránsito, resurrección y asunción en cuerpo y alma a los cielos, nos demuestra bien a las claras que él se suma al sentir tradicional, según el cual tres son las cosas indisolublemente enlazac~as entre sí cuando hablamos con– cretamente de la Asunción de Ma-ría, y las tres son, en concreto, objeto directo de la. fe, de la Iglesia y de la veneración de los fieles: la muerte, la resurrección y la asunción (22). (19) B. APERRIBAY, O. F. M., La glorificación de la Virgen, término de la Asunción, en Estudios Marianos, 6 (1947), 329. (20) C. BALié, O. F. M.., De definibilitate Assiimptionis B. Virginis Mariae in cael1,1.m, Romae 1945, p. 43. , (21) ArERRIBAY, art. cit., Estudios Marianos, 6 (1947),, 330. (22) Sobre la definibilidad ·ele la muerte de María, además del ya ci'tado opúsculo del padre Balié, puede verse también E. SAURAS, O. P., Dcfinibilidad de la Asunción de la Santísima Virgen, en Estudios Marianos, 6 (1947), 23-.S0 (y concretamente en l.a p. 44 y ss.); y del mismo ador .. fü misterio de la Asimción, 31 la firineza teolópica qi/.e ha alca¡i.¡;ado, en Ciencia Tomista, 74 (1948), 57-97 (p8stic11lai·mente en la p. 93 y ~s), aut;que sus ideas respecto de la muerte de María por necesidad natmaI son opuestas a las que sustenta el beato Diego. Trata tamhién de la clefmibilidad de la Asunción in- 21