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~ dd ~ elt, 150 euio4, ... Hno. Osear Castillo B. ofmcap. NUEVAS EXPERIENCIAS Y 'NUEVA INSTALACION' 1968 fue en el mundo como se sabe, año de turbulencias y de exigencias adolescentes de evolución. En el Comi– sariato se respira aires de efervescencia, de perplejidad por el abandono de numerosos hermanos, como también de inquietud por nuevas experiencias urbanas de: trabajo obrero en construcción, fábrica, centro comercial, gásfiter a domicilio. También en provincia nacen otras de obreros agrícolas, eremitorios en La Leonera y en El Tambo, grupo itinerante, equipo misio– nero e inserción entre los pobres. Producía acidez la 'dependencia' de formas conven– cionales de capuchinos en Europa, y se considera que hay que desarrollar aquí una vida de capuchino 'inculturado' en América y en Chile. Hay mucha crítica de la 'vida instalada' en el convento y del 'poder clerical del capuchino párroco'. Se nota escozor. Por la contraparte hay una radicalización de formas tradicionales ya institucionalizadas. Estos alegan: "peor sería que dejásemos las parroquias y pasásemos todos a vivir de ociosos en el convento". Varios hermanos llegan a tener en los alrededores cada uno su propia parroquia. Se habla mucho de identidad y de perfil franciscano, de carisma espe– cífico etc., y por otra parte de responder a las necesidades de la Iglesia y de la realidad del pueblo. Por esta época se exalta todo lo natural, lo humano, la personalidad, la perspectiva horizontal de la existencia, pretendiendo llevar todo hacia una evaluación psicológica, a la confraternización y la contemporización; catalogando de anacromismo y restando sentido a lo sagrado, lo espiritual y lo LA HISTORIA UN LUGAR TEOLOGICO CUADERNOS FRANCISCANOS JULIO/SEPTIEMBRE 1998 Nº 123 místico como a la religiosidad del pueblo. V arios hermanos se ven afectados por esta corriente que secularizaba los ideales, absorbía las miras en un proyecto terrestre y cambiaba el sentido de su gestión. Gran número de los otrora tan auspiciosos 'sacerdotes capuchinos chilenos', bien posicionados en el grupo, abandonaban la orden. El comisariato experimenta notable retroceso y desmoralización, hay desorden y una cierta desbandada. Nuevamente el número de los hermanos extranjeros vuelve a ser preponderante. No hay vocaciones, su espacio parece estar copado por utopías; el seminario menor y el noviciado están vacíos y han debido cerrarse. Se sucede la crisis política de los años 70-73 y los criterios encontrados afectan a la comunidad. Entre tanto, desde los peores días de escasez de la unidad popular se había iniciado la recopilación de materiales para la edifi– cación del tercer convento sucesivamente existente a lo largo de los años en Santiago, Catedral 2345. Para 1978 se lograría completar e inaugurar el nuevo edificio. DE CAMINO HACIA EL FUTURO Y HACIA LA ESCATOLOGIA En 1972, en medio del fragor de la situación pública se había podido formar un grupo de siete jóvenes mayores para el noviciado. Cerrado desde 1965. La condición general había empeorado y hay un cierto defraudamiento de utopías con un renovado recurso a la religión. El grupo esta vez incluye candidatos de Araucanía y uno de los holandeses. Desde entonces hasta hoy hay un sostenido trabajo vocacional conjunto, que aumenta el número de chilenos en el grupo más joven, mientras