BCCCAP00000000000000000001695

LA HISTORIA UN LUGAR TEOLOGICO CUADERNOS FRANCISCANOS JULIO/SEPTIEMBRE 1998 Nº 123 las diez misiones que allí habían mantenido los franciscanos. Estos quedaron a cargo de la región norte de Araucanía, entre el Imperial-Cautín y el Biobío, como de las misiones de Castro, en Chiloé. El ingreso literalmente legendario de los capuchinos al epicentro geográfico de su misión: 'Arauco profundo' entre el Cautín y el Toltén -hasta ese momento indómito- fue un acto impetuoso e individual precisamente del responsable o prefecto de la misión, el P. Angel Vigilia de Lonigo, que: "era un hombre de una energía inflexible decidido a entrar a toda costa en medio del pueblo araucano": Al año de llegar a Chile, fines de Noviembre de 1849 viajando 15 días a caballo desde Santiago se introdujo en el extremo Nordeste del territorio propiamente araucano, sólo acompañado de un intérprete mapuche que obtuvo en la capital, ya que nadie quería arriesgarse. Los últimos cuatro días cabalgó por la costa desierta de Arauco hacia el sur atravesando el río Cautín a unos 30 Km. al poniente de las ruinas de La Imperial, esto es por los alrededores de bajo Imperial o Puerto Saavedra. Con ello tuvo la oportunidad de desenmascarar la sedición del general De la Cruz que estaba acantonando tropas engañosamente contra el gobierno central de Santiago al borde de los dominios araucanos y desactivar la ya insoportable presión militar que ejercía sobre la población autóctona. Ello valió al P. Angel poder fundar la primera misión dentro de este territorio. Este hecho podría considerarse como "¡ la verdadera inaugu– ración o consagración de la acción misionera de los capuchinos entre el pueblo mapuche!". 11 ~ dd ~ e# 150 ~ ... Hno. Osear Castillo B., ofmcap. INDIGENISMO Y CENTRALISMO Los capuchinos se iniciaron en el país como un grupo de provincia y para una provincia entonces netamente aborigen: Araucanía, en medio de un fuerte movi– miento civil que desembocó en una guerra por la ¡autonomía e independencia de las regiones! en que prevaleció el centralismo, penetrando incluso en los religiosos (revolución de 1851, batalla de Loncomilla con 2000 muertos y más de 1500 heridos). En 1853 llegaron 40 capuchinos más desde Italia, destinando de inmediato el prefecto 12 de ellos para fundar una fraternidad y noviciado para vocaciones del país en la capital, Catedral 2345. A pesar de que este último fracasó desde el comienzo, a partir de 1855 el P. Angel se puso en decidida campaña extendiendo la orden por el centro de Chile. Logró fundar conventos en Santiago, Concepción, Quillota, la Serena y Valparaíso; aunque los tres últimos desaparecieron pronto. OBRA DE LOS ITALIANOS En realidad los primeros tiempos de los capuchinos en Chile constituyen un movimiento de gran iniciativa y audacia apostólica, en que hicieron gala de actitudes heroicas y legendarias, en un medio del todo primitivo e impenetrado que incursionaban. Todos ellos estaban en disposición de una vigorosa empresa, revelando en su talante y escritos una ,fuerte mística o espiritualidad de sacrificio y entrega! El total de italianos que vino a Chile alcanzó los 140 hermanos. Pero, con todo lo que queramos destacar de legendario y pía epopeya en nuestra evocación de su ministerio, no podemos quedarnos con ello,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz