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Miguel Anxo Pena González Salmanticensis 71-1 (2024) 155-165, ISSN: 0036-3537 EISSN: 2660-955X 162 4. AL SERVICIO DE LA PALABRA Pero si algo ha caracterizado su vida es el ser servidor y testigo de la Palabra de Dios, que se ha concretado en una voluntad inquebrantable por proclamar con urgencia la Buena Nueva del Evangelio, tanto a creyentes como no creyentes. Como él mismo ha escrito, “transmitir la fe no es una opción. Es un imperativo ” 9 . Sus homilías son auténticas homileis —en el sentido etimológico de la palabra— pues son conversaciones o enseñanzas que interactúan con otras personas. Son reflexiones sobre acontecimientos concretos vividos y no sobre ideas teóricas o abstractas, en la comprensión de que la palabra ha de hacerse carne, pues las ideas nacen a partir de un recuerdo o de una imagen. Seán O’Malley, de manera permanente, nos remite al Dios de Jesucristo, aquel que se hizo hombre y murió por nosotros. Ha sabido usar y explotar la —probablemente—mejor cualidad que el Espíritu de Dios le ha regalado: su soltura y precisión en el uso de la palabra, tallada en infinitas lecturas. En ellas no han faltado los clásicos de todos los tiem- pos, adornados por la anécdota oportuna de una prolongada y perspicaz experien- cia personal, modulado por una sapiencia que se hace coloquial para conseguir llegar a auditorios diversos, siempre al servicio de una fe que se incultura y de una cultura que es evangelizada. Y esto lo ha concretado, de manera profundamente sencilla, en las homilías de aquellas celebraciones que ha presidido como pastor, en los retiros y ejercicios espirituales en los que ha acompañado a distintos grupos por todo el mundo, así como en la preocupación que ha mostrado por los jóvenes, particularmente por los candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada. O’Malley, en la relación con sus presbíteros, es un pastor ejemplar, capaz de transmitir una visión de la vida y del ministerio, especialmente con los nuevos ministros, con los que celebra y com- parte regularmente. En este tipo de iniciativas siempre ha procurado “poner a los demás en primer lugar y buscar el último para nosotros mismos ” 10 . Seán O’Malley cree en la fuerza de la Palabra, como quedó atestiguado en su primera homilía. Esta tuvo lugar en una prisión y, para ello, se inspiró en la fuga de personajes bíblicos. David huyendo de Saúl, Pedro encadenado, que es libe- rado de la prisión por el ángel del Señor, Pablo descolgado en una canasta por los muros de Damasco... Los prisioneros escucharon atentamente y quedaron tan im- presionados que, esa noche, seis de ellos se escaparon de la cárcel. 9 Seán P. O’Malley, Anel e Sandálias (Lisboa: Paulinas, 2010), 103.109. 10 O’Malley, Enganchados a la luz , 35.

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