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Laudatio del cardenal Seán Patrick O’Malley… 159 Salmanticensis 71-1 (2024) 155-165, ISSN: 0036-3537 EISSN: 2660-955X mismo ha recordado— no ocupó ningún cargo de gobierno dentro de nuestra fa- milia religiosa, aunque —a nivel eclesial— participará como traductor en diver- sos eventos, como la III Asamblea General del Episcopado Latinoamericano (Pue- bla). Su actitud resuena con fuerza, poniendo de manifiesto que “debemos recha- zar la actitud de indiferencia ante las dificultades de los inmigrantes” 4 , que “nues- tra tarea es construir una civilización del amor donde las personas sean más im- portantes que el dinero, donde nuestra bondad y preocupación no se vean deteni- das por el muro protector que rodea nuestras vidas” 5 . O’Malley es un derroche de energía, de disponibilidad, que acepta y colabora allí donde se le invita. 3. AL SERVICIO DE LA VERDAD El 30 de mayo de 1984, su vida emprende una nueva singladura cuando el papa Juan Pablo II lo nombra obispo coadjutor de la diócesis de Santo Tomás, en las Islas Vírgenes. Allí se vuelve a topar con la misión ad gentes , en la que se sentirá plenamente como capuchino . Un año más tarde —el 16 de octubre de 1985— es nombrado obispo residencial de aquella diócesis caribeña, hasta que el 16 de junio de 1992, a raíz de una serie de denuncias de abusos sexuales contra un sacerdote, es designado obispo de Fall River , tomando posesión de la misma el 11 de agosto. Es el momento en el que afronta con firmeza el atenerse al dictado de sí mismo, vivir en coherencia hasta la inmolación, tal y como había planteado John Henry Newman en relación a la conciencia 6 . En su caso, suponía también una opción por la verdad, aunque esta resultara dura y deplorable. A este fin, promo- verá un serio y riguroso trabajo de depuración y recuperación de la diócesis. Esto permitirá poner nombre a más de cien casos de abusos del clero, en los que se unirá con las víctimas e instituirá una política de tolerancia cero ante los abusos sexuales de menores. Todavía tendrá tiempo para involucrarse en otras cuestio- nes, entre ellas, la atención de la comunidad lusitana, con cerca de 400.000 por- tugueses y descendientes, lo que hace que sea conocida como la décima isla de las Azores. Al mismo tiempo, participará activamente en acciones pro vida . Este tema, que tanto debate suscita hoy en nuestra sociedad, resulta en él profético: 4 O’Malley, Enganchados a la luz , 32. 5 O’Malley, Enganchados a la luz , 185. 6 John Henry Newman, “A Letter Addressed to the Duke of Norfolk on Occasion of Mr. Gladstone’s Recent Expostulation”, en Id., Certain Difficulties Felt by Anglicans in Catholic Teaching (London: Longmans, 1900), vol. 2, 248: “Conscience is the aboriginal Vicar of Christ”.
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