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Y por razón de uniformidad decidimos mudar de sigla, y adoptamos para nosotros la sigla del Brasil, CEFEPAL (Centro de1 Estudios Franciscanos y Pastorales para América Latina). Y así, el Cefal se transformó en Cefepal. En adelante habría un solo organismo a lo largo de América Latina, y en cada país, habría \m secretariado nacional, y los diferentes secretariados. trabajarían intercomunicados formando todos ellos un único CefepaL Ese es el alcance ideal, hasta hoy, del CefepaL Pero hsmos estado y estamos. lejos del ideal. El 6 de noviembre de 1965 los superiorEs mayores, reunidos en Santiago. de Chile,rubricaban, con sus firmas, la fundación solemne, oficial .y definitiva del Secretariado Nacional del Cefepal-Chile LA CASA Tanto los asistentes a la semana de convivencia como los ministros pro– vinciales opinaban unánimamente que si la nueva fraternidad se establecía en cualquiera de nuestros conventos, no podría llevar a cabo ninguna labor eficaz. Ya sabemos qué habría de acontecer: comenzando por los pequeños. compromisos conventuales de misas, predicaciones y otros ministerios, los. integrantes del equipo serían absorbidos poco a poco por los diferentes y pequeños quehaceres hasta inutilizar completamente la razón misma de– una fundación. Si se quiere tomar en serio la fundación del instituto y sus finalidades, era imprescindible que el grupo se instalara en una casa independiente, liberados los hermanos de cualquier compromiso estable o ministerios apos– tólicos. Y ahi tenemos al equipo lanzado a la tarea más urgente del momentó: encontrar y conseguir una casa que ofreciera las condiciones mejores para cumplir con eficacia las finalidades que se había señalado al CefepáL Fueron cuatro meses interminables de consultas, precios, incertidumbres... Por fin se encontró una casa. Antes de iniciar cualquiera gestión formal para su adquisición, se convidó a los ministros provinciales para que vierari la edificación y dieran su parecer sobre la situación y condiciones de la misma. Según la opinión unánime de dichos provinciales, la casa ofrecía excelentes ventajas y condiciones para desarrollar un trabajo eficiente. La casa ocupaba una posición céntrica en la estructura de la ciudad, en la intersección de las avenidas Providencia y Pedro de Valdivia. Allá conv:rgia buena parte de la movilización colectiva de la ciudad, detalle muy importante para los efectos de las reuniones. El edificio mismo poseía tal disposición de habitaciones y salas que lo hacían verdaderamente ideal para el trabajo y convivencia de los hermanos. Todas estas circunstancias pesaron definitivamente en la decisión final de hacerse con la casa, la cual fue comprada a nombre de todas las pro– vincias de Chile. Hubo que amoblarla. Tuvimos que preocuparnos de una infinidad de detalles. En el mes de febrero de 1966 los tres hermanos del Cefepal se estable– cieron definitivamente en la casa situada en la calle· Pedro de Valdivia 220 -8-
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