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LOS DIEZ AÑOS .DE UN LARGO CAMINO fr. Ignacio Larrañaga Al disponernos a presentar este recuerdo y recuento sobre la primera década del Cefepal, hemos optado por un camino que oscila entre la cró– nica y el articulo. Primeramente vamos a narrar. Al mismo tiempo quisié– ramos subir a una alta cima -la cima de una década- y desde allí obser– var y analizar el camino recorrido. Diez años! ... Tiempo largo y corto según desde que perspectiva se, mire. Nosotros, los protagonistas, tenemos la impresión de haber recorrido un camino muy largo y de haber vivido una vida muy intensa. La historia co– rrió junto a nosotros como un río arrastrando sucesos. Si debemos iden~ tificar la historia con la vida como nos enseña Heidegger, en kx historia de los diez años del Cefepal ha habido, como en toda vida, de todo: momentos altos, depresiones, logros imprevistos, sueños Ímposibles que acabaron en nada. A nuestro lado hubo acontecimientos que en su momento estreme~ cieron a los hombres: secuestros, guerríllas, presidentes que suben y bajan, líderes que desaparecen... Hechos• que brillaron como llamas vivas por un día y que después ,fueron eclipsado~ por otras llamas. Ley de la historia. En estos diez años tuvimos vaivenes en nuestro estado de ánimo. Hubo fü 0 :mpos .en que nos sentimos desbordados: los compromisos aumentaban día a. día, la realización de unos proyectos arrastraba en cadena otros proyectos, cuanto más participábamos en los diferentes encuentros,· más solicitaban nuestro servicio... y nos sentíamos impotentes para atender tan- tas solicitudes. · A veces nos sentíamos desalentados, al ver cuántas cosas se podían hacer, y nosotros éramos tan pocos... En un principio fijamos objetivos, redactamos estatutos, señalamos metas de corto y largo alcance. A los pocos años comenzamos .a percibir que la vida no se organiza. En su mismo caminar la vida engendra sus propios ,cauces y leyes. Una cosa es idear. planes en una reunión grupal y otra cosa es la realidad. Y, en nuestro caso, la realidad desmintió muchas veces los planes mejor pensados. En una palabra, estos diez años nos dejan una preciosa carga de. lec~ dones y eso que llaman experiencia. -3