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La migración mundial de personas y su desafío para Estados Unidos y Europa 177 Salmanticensis 71-1 (2024) 167-182, ISSN: 0036-3537 EISSN: 2660-955X similares para brindar refugio, alimentos y otros recursos necesarios. El presu- puesto estatal estimado dedicado a los inmigrantes en el actual año fiscal es de 800 millones de dólares. Hasta ahora he intentado resumir cómo nos hemos involucrado pastoralmente en el apoyo espiritual y material. No se vislumbra ninguna señal de alivio de esta crisis migratoria. Complementariamente a nuestra respuesta pastoral a la crisis migratoria con- tinuamos promoviendo políticas públicas, particularmente políticas de inmigra- ción que sean humanas y eficaces. Este compromiso ha sido liderado durante mu- chos años por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) con sede en Washington D.C. y que representa a los obispos del país. La cuestión de la inmigración ha sido una preocupación constante de la Iglesia a nivel nacio- nal y local desde mediados del siglo pasado. Si bien la USCCB, a través de la promoción de políticas, testimonios ante el Congreso y contactos con el poder eje- cutivo ha intensificado sus esfuerzos durante esta crisis, la inmigración no es una cuestión nueva para nosotros. Lo que es nuevo es el grado en que la cuestión de la política de inmigración se ha convertido en un tema que divide a nuestro país. Las divisiones son múlti- ples: entre el Poder Ejecutivo y el Congreso; dentro del Congreso los partidos es- tán profundamente divididos sobre esta cuestión, y dentro de los partidos hay to- davía más fracturas. Más allá de Washington, los estados están abordando el tema de formas diferentes, lo que significa que los obispos se enfrentan a desafíos di- versos a nivel diocesano. Si bien hay muchas causas que contribuyen a esta situación fracturada, la raíz de nuestro problema es la falta de una política nacional coherente en materia de inmigración. Todos los sectores del debate reconocen este vacío político, pero sa- can conclusiones muy diferentes de esa acusación. El resultado es que, a medida que el país se acerca a las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, la inmigración se ha convertido en uno de los principales temas de la campaña elec- toral. La Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha trabajado eficazmente para producir una política unificada en todo el país, siguiendo así los esfuerzos de pro- moción del Papa Francisco, como se señaló anteriormente. Hace un año, en mi discurso ante la Universidad Católica de Washington, resumí los elementos de la política de la Iglesia en los Estados Unidos. Quizás sea útil señalar que un año

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