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FRATERNIDAD 9 vida de los más fieles seguidores de Cristo, es el encuentro diario de quienes se aman y se ayudan, pero al mismo tiempo se sienten VÍC·· timas de su propio egoísmo y de sus propias limitaciones y, por ello mismo, necesitadas de la comprensión, ayuda y perdón de otros Hermanos, capaces de ofrecer esa comprensión, ayuda y perdón,. como consecuencia natural de aceptación de su propia limitación Y como el gesto propio de una persona que vive las realidades de la. debilidad humana, si bien desde un plano de respuesta a lo sobre– natural. II. LA FRATERNIDAD COMO COMUNIDAD HUMANA Todo esfuerzo por descubrir la verdad del ideal· de fraternidad en la vida religiosa nos ha de llevar necesariamente a considerar que la vida consagrada es una forma de comunidad humana. Basada en la fe, con fines apostólicos y en comunión de bienes, pero ante todo y sobre todo una comunidad humana. con relaciones tendentes a po– tenciar una vida espiritual. La vida en fraternidad con dimensión humana es una forma de vida religiosa todavía en fase de experimentación. Vive sus horas de dificultad y cuenta en su haber con muchos éxitos. No es aquí el lugar para reseñar ni los éxitos ni los fracasos ni para estudiar su forma de funcionamiento. Nos limitamos a unas observaciones ele, mentales que encuadren la valoración que luego haremos del capí– tulo VI de las Constituciones· de los Herman.os Menores Capu– chinos.10 L Comunión de sentimientos e ideales. La fraternidad como co– muntdad humana debe ser el encuentro de diversas personas que realmente han venido a juntarse para realizar su intercambio de sentimientos e ideales en un diálogo que supone confianza, estima y amor. Grupo humano donde poco o nada de esto es posible, ya que a la hora de espiritualizar el ideal de la fraternidad, se previno con– tra la necesidad de amor, estima, confianza, diálogo e intercambio, nunca podrá realizar el ideal de vida en fraternidad. Y no ha sido infrecuente que entre religiosos se haya hablado en contra de la necesidad de amor en ese encuentro humano que 10. Véase sobre la comunidad religiosa en sus dimensiones fraterna y humana, entre otros autores: S. M. AuBRY e IvEs SAINT-AaNAuD, Dynamique des Groupes, París, 1963; GALOT, J., Problcmes du fraternité, en «La vie des comm. rel.», 32 (1974), 1:11:1. 290-300; M.. DEL BLANCO, M., La vida comunitaria en la vida religiosa y su problemática actual., en «Confer», 13 (1974), pp. 343-373. 2

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