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16 S. ARA inspirac10n del Espíritu y Amor de Dios. En el capítulo VI de las Constituciones de los Capuchinos no aparece la menor alusión o más pequeña sospecha de una valoración pesimista de las relaciones fraternas. 1.4. Sinceridad y disponibilidad. El encuentro, el diálogo y de– más relaciones son consideradas de cara al Hermano y en función de una necesidad del mismo. Son concebidas como una exigencia de disponibilidad y responden a esa actitud de reconocimiento de la necesidad que tiene el Hermano del otro en razón de sus limitacio– nes y exigencias de deferencia y trato preferente. 1.5. Sentido de hospitalidad. La vieja tradición monástica de la hospitalidad y la acogida al turista que reviste hoy una importancia, desconcertante para muchos religiosos, adquiere en las Constitucio– nes capuchinas un cierto relieve. La fraternidad que está orientada, en primer lugar, sobre sí misma, acoge con alegría al Hermano que está de viaje. 26 Le hace vivir horas de calor humano y sobrenatural, si bien le exige un gesto de madurez con el anuncio de la llegada y la contribución al levantamieñto de los gastos de manutención. 27 La fraternidad capuchina extiende su capacidad de acogida a otros que no son los Hermanos y a quienes no considera extraños. Tiene particular consideración para con los afligidos y desdichados, y en especial para con los sacerdotes y demás consagrados al Señor. 28 1.6. Apertura de la fraternidad, preferentemente interobedien– cial.29 El capítulo VI no ha perdido de vista el grupo de los seguido– res de Francisco de Asís a quienes une un carisma y un. sentimiento de familia difícilmente borrable, sobre todo hoy que el hombre madu– ra más en su capacidad de relaciones y abre el círculo de comunica– ciones. Los padres, parientes, bienhechores y colaboradores son consi– derados también integrantes de la fraternidad. 30 2. Lagunas. El tratamiento que el capítulo VI da a la vida de fraternidad podría haber sido más correcto, si se hubieran evitado algunas imperfecciones y llenado las lagunas que indicamos a con– tinuación. 26. Constitución, 80. 27. Ibídem. El sentimiento o necesidad de contribuir al levantamiento de las cargas podrá responder, por parte del religioso, a un buen concepto de la justicia, pero por parte de la comunidad podría suponer un rompimiento con las exigencias de comunión y comunicación de bienes. 28. Constitución, 83. 29. Constitución, 82. 30. Ibídem.

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