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\ EL RECURSO A LA MESA DEL SEÑOR 25 vivir del propio trabajo y solamente cuando no produce lo suficiente, entonces se recurrirá a la limosna. «Cuando no nos den la paga del trabajo, recurramos a la mesa del Señor, pidiendo limosna de puerta en puerta» (Test 22). Se nota la forma verbal indicativa, de la voluntad de continuar en el mismo propósito; no se trata de un simple recuerdo nostálgico, sino de una invitación hecha en primera personal plural: «recurramos». Francisco con una expresión feliz, llama mesa del Señor «la herencia debida a los pobres» (1 R 9, 1), garantizada por Jesús, el cual nos asegura que el Padre del cielo, que provee libremente el alimento a los pájaros del cielo y el vestido a los lirios del campo, mucho más lo hará con aquellos que dejan todo por el Reino (Mt 6, 25-34). El mismo argumento hizo introducir santa Clara en el texto del Privilegio de la pobreza, aprobado por Inocencio III. En conclusión 1) El tema de la limosna como medio de vida, en el pensamiento de Francisco, es inseparable del trabajo, como es indispensable el empeño evan– gélico del seguimiento de Cristo en «pobreza y humildad». 2) La línea del Fundador, formulada inequivocablemente en la Regla no bulada y confirmada en el Testamento, es ésta: el trabajo constituye el medio primario de vida, en las varias formas que se adapten a la fraternidad de los menores; la limosna pedida de puerta en puerta, o bien dada por los «amigos espirituales», es un medio legítimo para tener lo necesario, pero solamente cuando la paga por el trabajo no es suficiente. El dinero está siempre excluido. 3) Por lo tanto, Francisco no fundó una Orden de mendicantes, sino una fraternidad de pobres y menores, los cuales viven del propio trabajo y suplementariamente de limosna. Suplementariamente, sin embargo, no quiere decir excepcionalmente: el recurso a la mesa del Señor es previsto por el Fundador como normal, desde el momento que la vida del hermano menor no debe ser planificada en función del provecho sino del servicio, y éste muy frecuentemente deberá ser gratuito. 3.4. La Orden se convierte en «mendicante» 3.4.1. La bula Quo elongatí de Gregorio IX Después de la muerte de Francisco la evolución de la Orden, en plena expansión por toda Europa, toma un ritmo aún más acelerado. El contraste entre el sector, por decir así progresista, apoyado por Ugolino, papa Gregorio IX, y los celantes del ideal primitivo, se hacía sentir siempre más vivo; la zona

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