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ARTICULOS os vestiréis. ¿No vale la vida más que el ali– mento, y el cuerpo más que el vestido? (Mt 6,25 ). En esta línea, la comunidad no acep– ta ningún tipo de remuneración por los tra– bajos que realiza: misas, predicación, etc. La subsistencia física está confiada a los amigos espirituales y de ellos reciben las cosas necesarias para el vestido y la comida; Por fidelidad a la pobreza, la fraternidad renuncia también a todo medio de locomo– ción personal, a los instrumentos audiovi– suales, como la radio, televisión, aparatos fotográficos, etc. 2) Fidelidad a la contemplación La Orden ha reconocido en el II Consejo Plenario que "una acertada solución del problema de la oración es para nosotros cuestión de vida o muerte" (15 ). Parece que un hecho se ha impuesto en muchas provin– cias: la reducción o la casi total desapari– ción de la meditación silenciosa en común, es decir, la oración mental, que fue caracte 0 rística tradicional de nuestra Orden capu– china. Para ser fieles al carismo franciscano, es– ta fraternidad capuchina ha establecido cin– co horas de oración, divididas en la siguien– te forma: oficio divino nocturno, con media hora de oración mental. Oficio de Laudes, Hora Menor y Vísperas, cada una de estas horas acompañada de media hor a de medi– tación silenciosa. Celebración de la Euca– ristía con la participación de la comunidad y de los fieles. 3) Fidelidad al trabajo Par ecería que con una acentuación tan marcada de la vida de oración personal y comunitaria, la fraternidad no disponga de mucho tiempo para el trabajo manual o apostólico. Sin embargo, no es así en esta fraternidad. El trabajo es considerado como una gracia y procuran realizarlo según las capacidades y las necesidades de la pobla– ción. Este es el programa de trabajo de la fraternidad: a) mantenimiento de la casa que incluye la renuncia a personal de servicio; b) aten– ción sacramental de los fieles, especialmen- (15) II CPO 3, f. 18 te en el sacramento de la confesión, en la propia iglesia o en la de los sacerdotes que los solicitan; e) transmisión religiosa en la radio local; d) cenáculos de espiritualidad franciscana, que reúnen grupos de reflexión sobre temas franciscanos; e) recepción de jóvenes y sacerdotes que participan en la vida de oración de la comunidad. 4) Fidelidad a la caridad fraterna Es el camino más exigente. En la doctri– na de san Francisco, la total disponibilidad a la santa operación del Espíritu, constituye la esencia de la "sequela Christi". Pero el amor propio o el egoísmo (que .san Francis– co llama "espíritu de la carne"), hace adhe– rir a las propias ideas, al propio tntbajo, a los propios gustos y comodida.des, a la propia voluntad, y con esto uno se busca siempre a sí mismo. Con esta actitud no se pueden prestar el servicio generoso a los hermanos, que el santo llamaba con originalidad la "obediencia caritativa". La fraternidad capuchina italiana se pro– pone dos medios para crecer en el amor fraterno: el capítulo semanal y la Revisión de vida. El capítulo local es la ocasión para las relaciones interpersonales, intercambio de experiencias espirituales y de estudio de los problemas de la vida religiosa. En la Revisión de vida, realizada todos los viernes, es vista como el tiempo de la ver., dad y de la humildad, de la apertura de la propia conciencia a los hermanos, y duran– te el cual se manifiesta más eficazmente la condición de pecadores mediante la com~ punción del corazón. Como aspiración para el futuro de la Or– den capuchina, desean que se ponga en prác– tica la iniciativa de encuentros que ayuden a realizar en la práctica la dimensión con– templativa de la Orden. II. FRATERNIDAD DE RETIRO FRANCESA Fundada en 1972, esta fraternidad de her– manos menores de la Provenza, llevaba con– sigo la experiencia de una vida ·de oración y de testimonio ecuménico en el . cuadro de la comunidad monástica de Taizé. En cierta manera, desde 1964 han seguido el misIIl.o

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