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412 Torralba paso, durante ella, « hacia la progresiva constitución de un ám– bito filosófico de carácter ontológico o metafísico», formulable en preguntas como ¿ cuál es y dónde se me manifiesta la estructura entitativa de las cosas? Aquella intuición básica la tuvo en 1935. El encuentro con lo real no ocurre en « la conciencia pura » (Husserl), ni en « la comprensión del ser» (Heidegger), o en « la vida» (Or– tega), sino en la « inteligencia sentiente ». Ninguna de aquellas re– ducciones - conciencia, ser, vida - puede constituir el objeto radi– cal de la filosofía; éste no puede ser sino la realidad en y allende la aprehensión. Madurez En los años sucesivos irá afinando, en gestación lenta y silente, esta convicción. Otro problema, que fue tomando cuerpo, con su solución, en esa etapa, es el de Dios y la religación. La concepción epistemológica de los tres niveles cognoscitivos, de aprehensión, lo– gos y razón, va perfilándose más y mejor igualmente en ella. En la tercera etapa (1962-83) intensificó su reflexión sobre esos y otros temas, estimulado, como ya insinuábamos, por sus discípulos, a quienes no sabemos si no corresponderá algún tipo de asistencia mayéutica, concerniente no a la sustancia de su pensar, sino al estricto alumbramiento de éste. La etapa se denomina en el libro « Estructura de la filosofía ». Es el período propiamente metafísico. Preparado por el feno– menológico y el ontológico, se consuman en él dos transformacio– nes decisivas de ese pensamiento, mediante las que se reemplaza la idea husserliana de conciencia por la de inte 1 ección scntiente y la heideggeriana del ser por la de realidad: "La filosofía - afirma en Sobre la esencia - no es fenomenología ni ontología, sino que es filosofía de lo real en cuanto real, es metafísica». Meditada la teo– ría a lo largo del penúltimo veintenio de su vida .. y dada a conocer parcialmente en el último, halló cauce, sobre todo, en el volumen Inteligencia y realidad. Tres son los conceptos capitales relativos a esta tercera etapa y analizados en su ámbito, aunque alguno viniera muy insinuado de atrás: la aprehensión humana, la noología y la filosofía primera. ¿ Cuál es la estructura interna del acto de inteligir? Las teorías del conocimiento desarrolladas a lo largo de la historia de la filosofía no responden adecuadamente, en opinión de Zubiri, a esa pregunta. Ninguna había. advertido que las cosas me actualizan su realidad en el « sentir intelectivo », expresión o fórmula típicamente zubiriana. Entre noein y aísthesis hay unidad formal. Entendida así la aprenhen-