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Una introducción a la filosofía de Zubiri 409 más. Aunque los expositores captaran ya certeramente algunos rasgos vitalicios de su filosofar, v. gr., el estilo, de una « expresividad for– mal idiomática sin mediaciones, en la que cada palabra se presenta, más que como vehículo de pensamiento, como el pensamiento mismo en su fase expresiva» (Muñoz Alonso), o la temática dominante (teo– rías de la inteligencia, de la historia, de la esencia, de la religa– ción) y la actitud personal de asunción, criba y superación de ideas de otros grandes filósofos, etc., el conjunto se hallaba aún en asomo y agraz. Cierto que el Zubiri bisoño y acusmático quedaba muy lejos en el tiempo, pero también el plenamente maduro, con la plasmación íntegra y definitiva del propio pensamiento. Este libro Es esa meta cabalmente la que aspira a recoger el presente libro, introduciendo a un Zubiri completo en sus principios filosóficos, por lo que se centra sobre la última y más fecunda etapa de su vida (1970-83), sin descuidar las dos preparatorias 2 • Su autor ha podido gozar de una perspectiva privilegiada, mer– ced a su larga intimidad intelectual con él durante esa tapa. Ca– tedrático actualmente de la Universidad de Madrid, posesor de una poliédrica preparación, científica y filosófica, y Director del Semi– nario madrileño « Xavier Zubiri » 3 , fue durante los últimos años del filósofo su asiduo y excitante escucha, ávido de despejar por el camino aporético las numerosas objeciones que en su mente dejara, como en la de tantos otros, la lectura del Sobre la esencia, cuyo contenido fue recibido por muchos como la empresa de un insigne neoscolástico, genial, si se quiere, pero escolástico al fin. Sin este acoso impaciente, y compartido, o en grupo, al lúcido setentennc, y la activa asistencia de éste a no pocas sesiones del Seminario, es posible que no hubieran visto la luz sus obras más granadas, como 2 D. GRACIA, Voluntad de verdad. Para leer a Zubiri. Barcelona, Editorial Labor, 1986, 268 pp. 3 Acerca de esta institución, escribe uno de sus creadores: « El Seminario quedó constituido oficialmente y con estatutos propios a comienzos de 1972 como un departamento de la Sociedad de Estudios y Publicaciones [...]. El Seminario es el resultado de las aspiraciones de varias personas, muchas de las cuales mantenían esporádicos contactos personales anteriores, fundados en el interés común por la filosofía de Zubiri. La razón básica de tal aspiración ·eran las dificultades que unos y otros encontrábamos en distintos puntos de la filosofía de Zubiri y que nos sentíamos incapaces de solucionar individualmente de modo satisfactorio» (A. PINTOR-RAMOS, Seminario Xavier Zubiri. Orígenes, realizaciones, proyectos, en Actas del III Seminario de Historia de la Filosofía Española, Salamanca, 27.IX -1.X.1982, Salamanca 1983, p. 180).