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EL HOMBRE DE HOY EN EL PENSAMIENTO DE LA IGLESIA 153 quien dice y hace todo bien, sin el cual no hay bien alguno 38 • Pretender, pues, afirmar con plena autonomía nuestra voluntad propia (apropiándo 0 nosla) es una forma radical de alienación y de falta de pobreza. Pretender afirmar con ingenuo engreimiento nuestra voluntad propia (envanecién– donos de lo que somos y tenemos) es una forma radical de alienación y de falta de humildad 39 • Pobreza y humildad que se encarnan de mane– ra privilegiada en la obediencia, considerada por San Francisco como la expresión más eminente de la expropiación del egoísmo y, por tanto, un elemento de primer orden en la estructura espiritual del franciscano. Aunque se ha insistido tradicionalmente en la pobreza como virtud ca– racterística de San Francisco, la verdad es que la obediencia ocupa un puesto mucho más relevante -cuantitativa y cualitativamente- en sus escritos 40 • Si desde un princ1p10 se hubiera prestado mayor atención a estos planteamientos de San Francisco, identificando sobre todo la pobreza en lo que tiene de más esencial y característico -como mentalidad, como actitud, como modo de ser eminentemente liberador de nosotros mismos– la historia de la Orden hubiera sido muy diferente 4' 1 • Ser auténticamente menores, es decir, estimarnos en lo que de verdad somos a los ojos de Dios -«cuanto es el hombre ante El, tanto es y no más» 42 - y adoptar una actitud de coherente y caritativa servidumbre, es la fórmula ascética, consagrada por el Evangelio y más apta a las exigencias temperamentales de Francisco, para ser espiritualmente libres y disponibles. Hacer una lectura de nuestro perfil minorítico a la luz de esas pala– bras claves de San Francisco -pobreza-humi.ldad-obedie,nciar- nos llevaría demasiado lejos, con riesgo, además, de repetir ideas bien conocidas de todos. Subrayo, tan sólo, unas aplicaciones prácticas. as Cfr. PP p. 28; A 7, p. 20; T p. 121 ss.; CO p. 64. a,9 Cfr. cita n, 37, 40 Cfr. Fernando URIBE ESCOBAR, Strutture e specificita..., l. c., p. 269; A 2, p. 78; 3, p. 78-79; Kajetan ESSER, O.F.M., Autoridad y obediencia en la primitiva familía fran– ciscana, ¿pobreza, obediencia o diaconía?, en CFR 7 (19691 159 ss. 41 Cfr. Constantino ·xosER, O.F.M., La espiritualidad de la Orden de los Hermanos Menores, en CFR 13 (1971} 7, 11; Kajetan EsSER, O.F.M., El misterio de la pobreza. Ideal d'e la pobreza según San Francisco, en CFR 7 (1969)_ 170 ,ss.; Valentfn M. BRET0N, O.F.M., La pobreza de sí mismo, en CFR 7 (1969) 181 ss.; Leonardo BoFF, O.F.M., Jesús de Nazaret y Francisco de Asís, en CFR 32 (1975) 212-213; IDEM, La no modernidad de Fra.ncisco, en CFR 35 (1976) 144-145. 4!2 A 19, p. 83; Cfr. LM VI, 1, p. 413.