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Por una mariología ni excluyente ni excluida 293 bién Esposa del Altísimo 80 , Señora de los Ángeles, Reina de los santos, Sobe– rana del universo. Es también a la luz del mismo principio como nos es dado concluir que ella ha sido siempre santísima, llena de gracia y concebida inmu– ne del pecado de original» 81 • Defiende la Concepción inmaculada de María como opinión teológica, mientras faltaba el veredicto definitorio del Magisterio de la Iglesia. «Mien– tras que Cristo, dice, fue concebido sin pecado por derecho de naturaleza, Ma– ría lo fue por gracia y privilegio singularísimo de Dios» 82 • María fue redimi– da por Cristo, como perfecto redentor y del modo más perfecto, que es preci– samente la preservación de la mancha origina1 83 . Como argumentos de Escritura, cita el Protoevangelio (Gn 3,15): «Pondré enemistades entre te y la mujer; ella te quebrantará la cabeza». Para vencer al diablo era necesaria, no ya la debilidad del pecado, sino la fuerza infinita de la gracia. En el Nuevo Testamento Lorenzo considera a favor de la Inmacula– da las palabras de saludo dirigidas a María primero por el Ángel y luego por Isabel: Llena de gracia/ el Señor es contigo/ bendita entre las mujeres. Lorenzo ve el fundamento de la maternidad espiritual de María respecto de todas las criaturas, en la incorporación de todas las criaturas a Cristo Cabeza, como sus miembros místicos, porque la madre de la Cabeza es también madre de los miembros. La Virgen María, según Lorenzo, «siente amor materno por todos los fieles de Cristo, demuestra entrañas maternas por todos y cada uno de los fieles, pues en Juan cada fiel le fue encomendado por Cristo en la Cruz cuando le dijo: Mujer, he ahí a tu hijo. Como de hecho dice Isaías que la mu– jer no puede olvidarse de su niño, no puede no recordar al hijo de su seno. Lo mismo se debe creer de la Beatísima Virgen» 84 . De la maternidad universal se sigue la mediación universal: es la maternidad universal en acto. Su colaboración en la obra salvadora de Cristo la compara, en contraposi– ción positiva, con la de Eva en unión con Adán. Como Eva, dando crédito a la serpiente, fue principio de toda nuestra miseria, así María, por haber creído al 80 Cf. BERNARDINO DE ARMELLADA, Amor esponsal del Dios-Trinidad a la Virgen María (siguien– do el "Maria/e" de San Lorenzo de Brindis), en Negotiumfidei. Miscellanea di Studi offerta a Maria– no D'Alatri in occasione del suo 80° compleanno, Roma 2002, 287-313. 81 Serm. 8 In Conceptionem Immaculatam, en Maria/e, (Opera omnia, I), 479. 82 Serm. 9 In Conceptionem Immaculatam, en Ibídem, 491. 83 Cf. Serm. 11 In Conceptionem lmmaculatam, en Ibídem, 498. 84 Serm. l /n visionem S. /oannis Evangelistae, en Ibídem, 14.

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