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288 Bernardino de Armellada to. De singular cuidado y diligencia, porque ninguna amó tanto ni fue tan so– lícita como ella» 53 . María ve desde el cielo cuáles son nuestras necesidades. La solicitud de la mujer cuidadosa, alabada en Prov. 31,15, «Le compete perfectamenta a María, que no sólo oportunamente, sino también importunando intercede por nos– otros, como se indica en Jn 2,2-5» en las bodas de Caná 54 . Es «abogada de los pecadores» 55 ; «teniendo como tiene el oficio de interceder, conviene no estar alejados de ella» 56 . «Los que se apoyan en la Virgen Madre por el amor y la devoción, por Ella se santifican» 57 . «Ella es gloria y corona de los justos» 58 • No olvida san Buenaventura que María, además de intercesora es nuestro ejemplar: La Virgen es el tabernáculo de Santidad con el que debemos confi– gurarnos imitándola, para que reine en nosotros la belleza de la modestia, la amplitud de la benevolencia y la fortaleza de la perseverancia 59 • En relación con la concepción de la Virgen y su dificultad en eximirla del pecado origi– nal6º, se puede afirmar que la excelencia de Cristo, Redentor universal, resuel– tamente afirmada por Buenaventura y la dignidad de María como Madre de Dios y Mediadora al lado de Jesús son principios bonaventurianos que serán incorporados, y hasta puestos como base, en la evolución del dogma mariano. Por lo que el esfuerzo del Seráfico Doctor dará en Escoto el fruto maduro 61 . Contra la supuesta imprecisión de los Maestros medievales respecto de la 53 Serm. 3 De Assumptione B. V. Mariae, en IX, 694b; BAC, IV, 875. Maria "unum genus (Cris– tum) genuit carnaliter, omne tamen genus humanum genuit spiritualiter". Serm. 6 In Assumptione B. V. Mariae, IX, 706a. 54 Serm. 3 De Nativitate B. V. Mariae, en IX, 713ab. 55 Cf. Serm. 4 De Annuntiatione B. V. Mariae, en IX, 673b; BAC, IV, 781. 56 Serm. 6 De Assumptione B. V. Mariae, en IX, 705b. 57 Serm. 2 De Purificatione B. V. Mariae, en IX, 642a; BAC, IV, 663. 58 III Sent., d.3 p.l a.2 q.lc , en III, 73b. 59 Serm. 26 De Nativitate Domini, en IX, 125b. 60 El documento de Dombes desconoce la opinión clara de San Buenaventura al atribuirle la defen– sa de la Inmaculada Concepción. Cf. Marie dans le dessein de Dieu, II, n. 246, 729. 61 T. SZABÓ, L'immacolato concepimento di Maria in S. Bonaventura, en Incontri bonaventuria– ni, 2: I privilegi di Maria SS.ma in S. Bonaventura, "Oasi Maria Immacolata", Montecalvo Irpino 1966, 45. "Esta verdad se hallaba escondida en el depósito revelado como una perla en el fondo del mar, que sólo un pescador experto y afortunado pudo sacar a la luz y, esto, después de las tentativas de muchos otros... También la fatiga de Buenaventura fecundó notablemente la evolución católica de es– te privilegio mariano... preparando el camino al Beato Juan Duns Escoto y luego al Magisterio infali– ble...". Ibidem, 38-39.

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