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TEÓFILO ESTÉBANEZ DE GUSEND0S ANTONIO DE FUENTELAPEÑA UN CURIOSO ESCRITOR CAPUCHINO DEL SIGLO XVII II. LA p Ro Du e e I ó N LIT ERARIA Consideramos al ,P. Antonio de Fuentelapeña escritor curioso por varias razones. Primero, por haber cultivado con acierto dos géneros literarios tan dispares como lo son la filosofía natural y la mística. En segundo lugar - y sobre todo -, por la singularidad y rareza de algunos de los temas tratados y por la original impostadón dada a todos ellos. No fue ciertamente el escritor de extravagancias, como ha sido calificado por ciertos sectores de la crítica. El P. Fuentelapeña no fue un autor prolífico. Sus cargos en la Orden y los accidentes de su vida, que hemos estudiado en la primera parte de este estudio 1, le permitieron solamente publicar tres obras. Una cuarta ha quedado manuscrita: el oficio y misa en honor del Eterno Padre, que merecería un estudio particular. Las inexactitudes de ciertos reper– torios bibliográficos - títulos aproximativos o inventados, ediciones inexistentes - así como la acerba parcialidad de algunos críticos, nos obligan a examinar detenidamente cada una de las tres obras publicadas, bajo un idéntico esquema analítico: origen, finalidad y método; ediciones; estructura, contenido y fuentes; recepción y crítica. l. El ente dilucidado Origen, finalidad y método Un año después de su provincialato (1672-75), probablemente a últimos de junio o primeros de julio, salió a luz este primer libro, el más conocido, del P. Fuentelapeña. Era la primera parte de las tres que comprendería una ambiciosa obra, proyectada bajo el título Trípode Phisico-Mathematica. El tomo estaba ya listo para la imprenta el 10 de agosto de 1675, fecha de la licencia de imprestón otorgada en Roma por el general de la Orden P. Esteban de Cesena. En febrero de 1676 se databan la aprobación por el teólogo premostratense Luis Tineo de Morales el 10, la censura del 1 Véase en el fascículo anterior, 53-74.

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