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ANTONIO DE FUENTELAPEÑA, UN CURIOSO ESCRITOR 267 Recepción y critica Al año de salir la segunda edición de El ente dilucidado, el escritor y militar Andrés Dávila y Heredia puso en circulación este impreso, con portada grabada: Responde / Don Andrés Dávila y Heredia / señor de la Garena, Capitán de Cavallos, / Ingeniero Militar, Professor de las / Mathematicas. / Al Libro / Del Ente Dilucidado. Discurso / vnico novissimo, que muestra que ay en naturaleza ani-/males invisibles, quales sean, del Rmo. P. / Fr. Antonio de Fuentelapeña. Exprovincial de / Castilla. Impresso en Madrid en la Imprenta/ Real. Año de 1677. / Dedicado / Al Serenissimo Señor D. Ivan de Avstria, / Principe de la Paz, Protector de esta Monarquía de / las iEspañas, Gran Prior de S. Juan en estos / Reynos de Castilla. / Impreso en Valencia, en la Oficina de Villagrassa, / Año de 1678. / / Es un volumen en 4,o de 16 hojas, 154 páginas de texto, mas dos hojas finales con la « Tabla de las questiones del Ente Dilucidado a que se responde». El contenido se limita a una censura ivónica y burlona, en ocasiones mordaz y hasta un tanto cruel. El autor entresaca hechos, cuestiones o argumentos a los que replica o satisface con razonamientos que se le antojan científicos o matemáticos, pero que en realidad son despropósitos, impertinencias y verdaderos errores 14. El ente dilucidado es entre las obras del P. Antonio la que mencionan, casi exclusivamente, escritores y catálogos bibliográficos, que de ordi– nario se ciñen a transcribir, no siempre exactamente, los datos de la portada, sin emitir juicio alguno 1s. Prescindiendo de los encomios obligados que figuran en las apro– baciones, censuras y décimas impresas en las ediciones de la obra, el primer dictamen crítico que encontramos es del P. Martín de Torrecilla, quien escribía en 1701: « es libro exquisito, docto, sutil e ingenioso, fun– dado con rigor silogístico en filosofía y otras facultades » 16. Al año siguiente las Mémoires de Trévoux aluden, sin dar el título, a « un autre ouvrage [del P. Fuentelapeña] de philosophie, qui renferme un grand nombre d'expériences tres curieuses, et plusiers choses concernant l'histoire naturelle... » 11. En 1729 el benedictino Benito Jerónimo Feijoo, el gran descontento y corrector de la trayectoria cultural española e impugnador de mila– grerías y embustes, iniciaba el discurso IV (Duendes y espíritus familiares) del tomo III de su Teatro crítico universal con estas palabras: « El 14 No va desacertado J. M.• López Piñero cuando escribe de él que « a lo largo de dos decenios se dedicó a publicar folletos insultantes contra todos los que se oponían a las doctrinas tradicionales » (Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, Barcelona 1979, 395). 15 Cf. los autores citados en las notas 8 y 30. 16 Apologema cit. 109b. 17 Mémoires pour l'histoire des sciences et des beaux arts, janvier 1702, Trevoux 1702, 184-186. Sobre la índole de estas Mémoires, véase J.-P. Grausem, en Dictionnaire de Théologie Catholique XV, Paris 1946, 1510-1516.