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UNA MALOGRADA INICIATIVA DE RESTAURAR LA ORDEN EN ESPAÑA 339 Los refugiados de Ustáriz, ignorando el pensamiento del comisa– rio apostólico e interpretándolo en sentido positivo, comenzaron las obras del futuro convento. Así se lo comunicaba el padre Juan de Vera en otra carta del 28 de agosto. El 17 de setiembre contesta y abunda en las mismas ideas expuestas al padre Angel. Le agradan sobremanera tan buenos propósitos para lo futuro y lamentándose de que no hayan recibido sus instrucciones anteriores, las repite con más amplitud y detalle, les aconseja que sigan bajo la depen– dencia del provincial de Navarra, «sin que suene nombre de funda– ción nueva; y aun esta precaución se necesita por respecto al gobier– no de España, el cual sé positivamente que en el momento en que sepa que se forma convento de españoles cerca de la raya, recla– mará contra esto por medio de su encargado en París y no cesará hasta que vuestras caridades sean dispersas. Basta por lo tanto que se mantengan unidos, como una cualquiera otra familia secular para ayudar a los párrocos con intervención del señor obispo». Muy pronto los hechos comenzaron a dar razón al padre Alcaraz; de nuevo el padre Juan de Vera le escribió indicándole las dificul– tades con que ya habían tropezado para ir adelante con la obra pro– yectada; y el 27 de noviembre replicaba siempre desde Roma, con– firmando sus puntos de vista: «No duden vuestras caridades que Dios tiene otro designio sobre nosotros. No nos quiere para la Euro– pa, cuyas gentes están por lo común imbuidas en ideas contrarias a los institutos regulares y aun a la piedad, etc. Es pues indudable que Dios nos sacó de nuestra desgraciada patria, porque ella no es ya terreno a propósito para que fructifique la semilla del evan– gelio, y para que empujados de una parte y otra, todos de diversos modos vayamos a extender la gloria de su nombre y el conocimiento de la religión católica entre otras gentes que, aunque idólatras, lo están deseando y aun pidiendo. Así lo anuncié predicando a la corte de Madrid en el año 1832, y cada día me he confirmado más de que fue el Espíritu Santo quien me impulsó a hablar de este modo. Y hoy en vez de retractarme, me confirmo más cada día en lo que enton– ces dije, mayormente cuando veo los frutos admirables que hacen los nuestros que ya marcharon a la Mesopotamia y a Venezuela [ ... J. La ruina mayor se completará en España, por más que muchos formen esperanzas de lo contrario.» Carecemos de noticias acerca de las posibles relaciones epistola– res. Las razones del padre Alcaraz no acababan de convencer a los religiosos de Ustáriz, los cuales amoldaban su vida en la medida de lo posible a la disciplina conventual. El 4 de diciembre de 1843 el 13

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