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354 MELCH0R DE POBLADORA El contenido de la súplica y sus motivaciones fueron aceptadas en discusión, pues estaban plenamente conformes con las orientacio– nes que se iban tomando o por lo menos se estudiaban como una de las soluciones posibles relativas a la deseada reorganización y rees– tructuración de las suprimidas Ordenes religiosas en Espaüa. Por consiguiente, el 2 de marzo de 1849 la petición firmada por el padre Alcaraz se transmitía al Nuncio monseflor Brunelli con las más am– plias facultades para que la llevara a la práctica según sus recono– cidas «ciencia y prudencia». 31 La iniciativa del padre Alcaraz no era una novedad para monseñor Brunelli, pero, como buen diplomático, antes de tomar una decisión definitiva y mientras llegaba a su diócesis el ya nombrado obispo de Cuenca, pidió nuevos informes a Roma. Por fin le notificó que el Santo Padre no había creído oportuno nombrar un nuevo comisario apostólico y lo había confirmado a él ad nutum Sanctm Sedis. 32 v. LA «CASA MISIÓN» DE CUENCA El 13 de agosto de 1849 el padre Fermín de Alcaraz hacía su en– trada oficial en la diócesis de Cuenca. Tal vez no sea arriesgado pen– sar que la fundación de un colegio de misioneros capuchinos, que fuera como la cuna de la restauración de la Orden en España, era uno de los puntos de su programa pastoral de conjunto en la diócesis. Su autoridad episcopal, sus relaciones con algunos miembros presti– giosos de la jerarquía eclesiástica, su amistad con el Nuncio de Su Santidad y sus influencias en las esferas gubernm:nentales de la capí– tal aplanarían, a no dudarlo, las inevitables dificultades iniciales de la empresa. Con todo, prudentemente evitó toda precipitación. La experiencia propia y ajena de los años anteriores le habían conven– cido más y más de que el buen éxito de toda obra nueva de ciertas dimensiones sociales y eclesiales depende en gran parte de la solidez de sus bases y de la capacidad de quienes se encargan de organizarla, como también de otros factores inso:;pechados y de encontrados inte– reses personales. -Per l'Emo Prefetto assente– L'Arcivescovo di Damasco. Luigi Can. Gaggiotti Monsignor Nun2io Apostolico di Spagna.» 32. Carta del obispo de Cuenca al padre José de Los Arcos, Cuenca, 20 de setiembre de 1849. Pamplona: Arch. prov. Navarra: Exclaustrados.