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UNA MALOGRADA INICIATIVA DE RESTAURAR LA ORDEN EN ESPAÑA 343 apostólico (y futuro nuncio) a monseñor Juan Brunelli, 13 a quien le unía una sincera amistad y con quien había colaborado desde 1835, primero en la Congregación de Negocios eclesiásticos extraordina– rios y después en la Congregación de Propaganda Fide. Aunque no participara personalmente a las difíciles y prolongadas gestiones de los representantes oficiales de la Iglesia y del Estado para restablecer la deseada armonía mediante la firma de un con– cordato, es lo cierto que las seguía muy de cerca. Y así podía cons– tatar una vez más que la problemática de las Ordenes religiosas igno– radas y perseguidas por la legislación española de los últimos años era uno de los puntos claves de las negociaciones concordatorias, si bien no la principal ni la de mayor envergadura. Entreveía que de momento no se lograría una solución definitiva de este problema concreto y que las Ordenes religiosas no serían restablecidas en vir– tud de la proyectada ley concordatoria. Y no compartía las ilusiones de algunos espíritus optimistas que ya daban por descontado el reconocimiento de las mismas por parte del gobierno de Maddd. El 10 de septiembre de 1844 manifestaba su escepticismo escrib-iP:ndo al provincial de Navarra, quien le había hablado de ciertos rumores sobre el particular. Después de comunicarle que el Papa lo 1--abía confirmado en el cargo de comisario apostólico, asegura que r 1) se preveían cambios inmediatos y que las cosas continuarían como has– ta entonces: «Y es preciso bajar la cabeza [ante la confirmación del cargo]. De definidores nada he tocado, porque lo juzgo inoportuno al presente; pero sí, como a V.P. le hacen creer (Dios quiera que así sea), estamos próximos a nuestra reunión, entonces yo los llevaré ya nombrados, como se debe y por quien puede.» 14 Por consiguiente, nadie pensaba en una restauración. Debfa pasar todavía mucha agua bajo los puentes de] Tíber. Sin embargo, como comisario apostólico de los capuchinos españoles, no desesperaba de conseguirlo. Aleccionado por su experiencia y en vista de las m"was relaciones entre la Iglesia y el Estado, después de tantear la opinión de personas autorizadas, llegó a vislumbrar la posibilidad de planear una solución provisional, es decir: preparar de antemano en el ám- l3. Subsecretario ,:le Negocios eclesiásticos extraordinari.os desde · 1asta 1837, fecha en que fue nombrado secretario; el 24 de enero de :ategoría de secretario a la Congregación de Propaganda Pide; arzobis 1845, en 1847 fue enviado a la nunciatura de Madrid. Cf. Dizionario , iCIV, 555-556. 14. Carta del padre Ferm!n de Alcaraz al padre José de Los Arcos, ,re de 1844. pg¡nplona, Arch. ptov. Navarra: Exclaustrados.
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