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Incluso yo pienso que esta certeza mede adquirir cará,cte,r de evidencia. ?a:scal, gran 'contemplativo además de rran matemático, Hega a decir que la :érteza: de esta Presencia puede lleg:1r t ser superior a la evidencia de fas cien– !ias ,exactas. Así comprendemos la se– {uridad sobrehumana de un Moisés eón ;1 "yo estoy contigo" (Ex. 3, 1~) y el :le:;aifío de San Pablo: "Si Dios está con :1osotros ¿qu1éri contra nosotros?" (Rom. 3, :n). Envueltos ya en ,esa única presencia, :l'quí comienza la ,experiencia. Aq·ü ~nmudece la lengua: Dios es más in- 3fable que nunca: " .. ,No halla modo ni nanera ni símil que le ,cuadre para po– :1er sigui.ficar inteligencia tan subida... "' ?\:quí y a/hora no hay sino dejarse lle– var. ¿Qué pasa? ¿Qué es "eso"? Diálogo? Mirada muda? Palabras ardi,entes con "súplica.s y lágrimas"? (Hebr. 5, 7) La fo pura y árida? Exaltación con do:1 d•2 lágrimas? E.star, simplemente? Aquí entran la singularidad y lo;;; caris– mas. Singularidad ,por el que yo soy yo, ~senci,almente inédito; ni Dios mismo podría hacer que alguien otro se sintie– ra existir como vo me siento existiendo. Se aiilla y se ora "singularmente". Y l,is carismas se acomodan a las "sinftulari– dades". Mi "yo" no se repetirá ja~ás. Mi oración tampoco. El plan es: fidelidad y deja>rs,e llevar Papá (Me. 14, 36; Rom. 8, 15; Gal. 4, 6) -29- dia constituido en nuestro Hermat1D Mú– yor. Y así "no se avergüenza de llamar-– los hermanos" (Hehr. 2, 12). Y ,e3 "aquí", :en la int,erswbj,etivida,µ, donde nace el Amor: es decir, comu– nión, donadón mutua y transrfo ,rmac-í.ón . Quien mejor ha expresado esta realidad. es San Juan de la Cruz: "Y s,e íhace tal u;nión ,cuando Dios ha– ce al alma esta tan so'hr,enatural mer– ced que todas las cosas de Dios v, del alma son unas ,en transrformaci,ón· µar– tici:pante. Y el alma más parec2 Dios que a,lma, e incluso es Dios por pa•rti– dp2.óón; aunque es verdad que su ser, na:turalmente tan distinto que le tiene del de Dios como antes, aunque está transformada; como también la vidrie– ra le tiene distinto del rayo, estando, de el clarificada" (35). Amor que no lleve a la transforma– ción es egoísmo. Contemplación :v vida En este trabajo solamente me he pro– puesto señalar el i'titnerario que condu~ ce a Dios. He dejado de lado problemas d:e capital importancia como la dialéc– tica oración y vida (de dramática ac– tualidad), ,el problema de la' oración personal y la oración comunitaria y otros ºmucho3 problemas. Aquí solamente quiero anotar que la vida tiene que ir desfilm:JJdo durante La augiencia del Señor. Reconozco que la ,contemplación put– de tener el grave peligro de unit eva– sión. egoísta y alienante. La vida será Y ,es "aquí" donde la intimidad toma la que interpela;rá y juzgará incesan'tei– cara de confianza, gozo y -ternura. Y, mente s_~bre la autenticidad_ ~de li' c~n– dentro de este "hogar" entra otro sujeto, templacion, y ~a. contemplae1?n cues-_t10- el Espíritu que, no solamente pon 8 en 1 nara ~a ·~utentic1,~d de la vida. As1 se nosotros, .como niños incapaces, "expre- despe~a,ran los p.el_Lgro~. siones sublimes'·' ,(Rom. &, 26},&ifü}, que• ,. ,, .. ', M?:~ses )' f r~11,~:1~E~./~'.an a la monta– nos da la osad~?-de atrevernos a-clamar:... Jl~ CQP_)~:. p_rob!emas ,de; sus corresp~n– "Ahba!" ("Paip!'i.r.:: .,.___ ...,,-·· d1e~tes puefüó;s,,¡p.~ra tra\ar'l?s y solu~10- Estamos en; la ,cumbút•de· fa ora.ción. narios. t:~n el Senar, --~abra que :arr:ts•- (34) , trar la .v1,da-ihasta "'.3-lla' 1 y ~epositar la y t : , > ·. ,. :. ' carga de preocupac10nes e mterrot1'an- con es a ,m1sm1s1m8:. v9z de· Jesu~, des. . , , ,• , '' n_o solament~ nps re~o~~ps.-,~!sta El:._-,i:, ;Sét'.a-;p.'i~~~rió, pr:eseritar la Frn.tcrni– smo que lo akanzamo.s,,y~; ;p.os ;e:n:t,i;QtJ,-::.,,:da.d;.:h:e;r;:oo,~,!)19·.~ppr herm~.no. Allá debe– c~mos en El con un parentesco miste- rán nacer las gi'andek·· decisione:, de noso y profundo de tal manera que que- perdón, acept-a,ción, s.ervicio...