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la vida. Y estamos ante la ley de la atro– fia: un ser vivo (la vida e3 movimien– to) al quedar inmovilizado (sin ej,erci– cio) comienza a entrar en la órbita de la muerte, por muerte intrinsec2.: no hace falta asesinar, simplemente se muere :por atrofia. Son leyes de la !biología universal .¡ue se cumplen exactamente en la ''biolo– gía del espíriitu". Lo podemos experi– mentar en nosotros mismos: al orar po– co, s·entimos que hay más dificultad para orar, como que las facultades se endurec,en (ley del esderosis); al sentir la dificulta,d, dentro de la ley del me– nor ,esfuerzo, se tiende a abandonar b oración. Así se abre y se cierra el cfr.cu ,_ lo de la muerte, "la muerte de Dios''. Cuanto más se ora, Dios es Alguien patente. Cuando el hombre avanza en los misterios de Dios, y en la medida que avanza, Dios es un Alguien cada v:ez más presente, intenso y real. Se cumple rigurosamente aquello: "Ilumi– na Tu Rostro sobre nosotros" (Sal. 30, 17). En la medida que más a fondo se avanza en el diálogo, más resplandece el rostro del Señor. Y en la medida en que "Dios es Dios" se convierte en Recompensa (Ex. 19. 5; J.er . 24, 7; Ez. 37, 27), Festín, Banquete (Sal. 16, 5; Sal. 73, 26). Y Dios comien– za a ser para el alma ,el Absoluto: ' 1 el pleno Bien, el sumo Bien, Bien total, toda la Riqueza deseable". En la medida que Dios y su santo Reino se desplie– gan en el alma, Dios tiende a desplazar todas las compensaciones humanas en el corazón del hombre. tiende a conver– tirse en el Absoluto. A Dios no lo pue– de supli!r ninguna criatura, ep. el cora– zón del hombr,e; pero Dios suple todc: "Dios mío y todas mis cosas" (San l:t"':ran– cisco); "Solo Dios bas·ta" (Sanfa Teresa). Cuanto menos se ora, Dios es un Al– gui,en cada vez más borroso. En sentido inverso a la ley anterior, ,cuando e1 tr.1- to con Dios es débil e infrecuente, la f.e y la esperanza declinan y Dios se va diluyendo en una realidad cada vez más vaga, lejana y ausente. Y como nunca s,e !ha orado tan po::o como ahora, nunca Dios ha sido tan dé– bil como ahora. Y :Cuando Dios no es la Recompensa, entonces se echan mano de todas las ,compensaciones. Y cuando Dios está débil, agonizante o muerto, -25- en ,el •Corazón de los eclesiásticos, la vi~ da de ellos pierde consistencia (Dios era la consistencia) y viene el Jes:fon– dami1ento, igual que esos globos aercs– táticos que, ,en ,cuanto pierden el oxí– geno, se vienen abajo. Cuando apenas s,e ora. Di03 e.3 un "apenas algÜi-en" · Sí no se ora nada, por largo tlernpc,, Dios acaba por ser un "don Nadie". E:s deciT, Dios ha muerto. No en Sí mismo sino en el corazón donde la fe se ha aipagado como una planta atrofiada. En– tonces, generalmente, -· entre los edP– siástkos - a Dios se le recluye en el rincón de la inteligencia: "Una a:bstra---.:– ción sin irradiación vital" (30). Así nos podemos encontrar con lJs distintos ateísmos, entre los eclesiásticos, hoy día. Un religioso podría ser ateo in– teledual porque s,e !ha planteado for– malmente el rprohlema de Dios, y ha llegado a la convicción ele que esa '·h:– pótesi1s" ya no tiene vahdez. Por exce,p– ción me 'he encontrado con uno que otro d,e estos ateos, pero ya en vías de aban– donar la estructura ,eclesiástica. Hay otros que no tienen conflicto in– telectual con la "hip6tesis" Dios ni si– quiera se lo han planteado lforma1men– te. Pero se las han arreglado para vivir como si Dios no existiera, teniéndoles sin cuidado el problema intelectual de Dios. Son ateos. En ellos mandan v rei– nan otros dioses que emergen desde las profund!idades ,del egoísmo. Su fe es– tá muerta. De estos ihay muchos. Dios ha muer– to en ellos porque lo han dejado morir -dentro de la ley <le la atrofia ,espir:– tual-, porque no lo han vivificado me– diante la fe, la esperanza y el amor. De– jaron de orar. El Di 1 os abandonado pa– só a ser el Dios des,conocido. Y ,del Dios desconocido se pasó ail Dios muerto·. Ern:, son los peldaños. A partir de esta situación, es inevita– ble que las crisis vengan en cadena. Y aunque es verdad que las crisis (crisi.;;; de autoridad, crisis de fe, crisis de celi– bato etc.) tiienen ,complejas causas, pa– ra mí la explicación definitiva es que al fallar (en Ohile sabemos de tenemotos) la capa geológica que susteniteJba todo, la construcdón entera amenaza con ve– nirse al suelo. A pesar de que estoy convenc:ido de que muchas instituciones
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