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-194- propietarias de muchas de estas fábricas son nombres de origen inconfundi– blemente anglosajón. Un índice de la explosión económica son las autopistas. Cuatro esplén– didas autopistas serpentean por todo el Estado de Sao Pauló. Y ahora están abriendo una super-autopista llamada "Inmigrantes" desde Sao Paulo a Santos, con cuatro pistas por banda, roturando montañas, una obra de romanos. Y esto, a pesar de que ya existía otra ·autopista SaoPaulo-Santos, llamada "Anchieta" en recuerdo del fundador de la ciudad, la que originalmente se llamaba Ipi– ranga y que el Padre Anchieta la bautizó con el nombre de Sao Paulo. Brasil tiene 72.000 kilómetros de carretera pavimentada. Y en este momento están construyendo a través de la selva virgen una ruta llamada "trans~amazónica" que va a abrir al país perspectivas infinitas de desarrollo y crecimiento. El movimiento de intercambio comercial con el exterior es impresio– nante. Los medios de información hablaban todos los días de las diferentes misiones comerciales que llegaban a Brasilia para tratar de la compraventa de los diferentes rubros. Y en este movimiento llamaba la atención la inten– sidad del intercambio con los ·países socialistas y particularmente con la China comunista. En Brasil se deslindan completamente los intereses económicos de los criterios políticos. Llama también la atención el interés de Brasil respecto a los países africanos, el monto de intercambio comercial con dichos países y, al parecer, la inversión de capital brasileiro en algunas de estas zonas. A veces se tiene la impresión de que Brasil manifiesta más interés económicamente por Africa que por América Latina. La inversión del capital extranjero en Brasil se opera a gran escala y, al parecer, sin cortapisas. Otro hecho interesante, últimamente, es la inversión en Brasil del capital de países petroleros como Libia y Arabia Saudita. El "boom" económico existe, pues. La inmensa cantidad de automóvi– les y camiones que circulan por el país están construidos íntegramente en Brasil. Es muy raro encontrarse con mercancía importada, de cualquier géne– ro. Los círculos financistas internacionales calculan que si el ritmo de creci– miento sigue cómo hasta ahora, para el año 1980 Brasil producirá la tercera parte de la producción global latinoamericana. Los pobres Hablando de la situación socio-econom1ca de los brasileiros no pode– mos utilizar un único patrón o parámetro para analizar y calificar la situación económica de los brasileiros. Es una realidad extraordinariamente diversa. En los Estados desde Sao Paulo hacia el sur, se tiene la impresión de que el stanclar general de vida eB desde bueno a muy bueno. De Guanabara hacia arriba, particularmente en todo el nordeste, la pobreza es llamativa y a veces cruda e hiriente. .. El "milagro" económico se refiere a la producción bruta. Dicen que el ex-presidente Garrastazu Medici estaba un día en el nordeste leyendo un discurso preparado. De pronto abandonó lo preparado, comenzó a improvisar y dijo: Brasil está bien, pero los brasileiros mal.