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-127 - regrinos (•fosinstalados) llegaron a ser "conventuales''. Desde entonces arrastramos una mentalidad monacal, con la distinción de "observantes" y "relajados". Los unos, de hecho, son '·'monjes", los otros, por su activismo, llegan a ser "laicos". Será necesario que la "comunidad" se sustituya por la Fraternidad: es decir personas diferentes, li1bres, responsables, unidas no por la ley sino por el mutuo amor que coordina y une a todos en un conjunto variado y multiforme. El problema de los gralllldes edificios, vacíos y sin uso deriva en el del apostolado-pohr,eza. No hay ciudad importante en América Latina que no tenga ur. inmenso convento llamado '''San Francisco". Un día estuvieron llenos y fueron útiles; hoy están vacíos. Los hermanos más ancianos se re– sisten a desprenderse de ellos. Los hermanos jóvenes encuentran difícil de– dic;arlos a obras sociales por la ubicación o por su estructura particular. De hecho, todavía los hermanos residen ahí como guardianes de "viejos casti– IIos". No habrá desinsta:lación verdadera si de alguna manera no dejamos estos edificios. Libertad para Ulll,a presencia plurifonme: la desinstalación consigue la disponibilidad, elemento esencial para nuestra vocación. Los jóvenes van descubriendo que ei verdadero ideal franciscano se des.arrolla en el mundo de ,los pobres, "adentro" de ese mundo (no una misa o predicación en la capilla del barrio). Otros, avanzando más, creen que nuestro puesto está en el mundo de los trabajadores, donde se gesta el futuro de la humanidad y también de la Iglesb.. Otros, avanzando más todavía, llegan a decir que el puesto del franciscano er. América Latina está dentro del movimiento obrero (grupos de presión o sindicatos en las fábricas, y juntas de vecinos en los barrios). Aquí -2s donde se lleva a cabo la verdadera liberación, justicia y paz, que tanto recuerda la liiberación pascual de Israel, sacado de Egipto• "con brazo fuerte y tenso". Sería una lástima que es.ta segunda liberación se verificara a espaldas de Aquel que hizo la primera: el Señor. En las nuevas Constituciones hay insistencias en este sentido: "Anunciemos a los pobres que Dios mismo está con ellos; lo conseguire– mos en la medida en que seamos colaboradores suyos y participemos de su suerte" (OC.OG . OFM., Cap., 45). Y la insiistencia adquiere un tono dra– mático cuando dice: "Más aún, con consciente solidaridad vivamos con los innumerables pobres del mundo y con nuestro trabajo apostólico in– duzcamos 2.I pueblo cristiano a la práctica de la justicia. Son dignos de alabanza auienes .con su vida con los pobres, y participando de su situa– ción y as,p.iraciones, los impulsan hacia la evolución social y cultural, y hacia la esperanza escatológica" (CC. GG. OFM. Cap., 46). MENSAJEROS Y OBREROS DE ·PAZ Diagnóstico de los Ohispos sobre fo viofonicia en Amériica Latina "Desigualdades excesivas entre las clases sociales", particularmen– te en los países bidasistas. "Frustraciones crecientes" a las grandes ilu– siones de los políticos, con la correspondiente desilusión de las masas.

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