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-245- Para las dos preguntas el Esquema ofrece buen material para re– flexión y búsqueda de una clarificación. Para comprobarlo, no resiste la tentación de adelantar la definición que el Esquema hace de nuestro ca– risma: "EL CARiiSMA PROPIO DE LA ORDEN ES SEGUIR A CRISTO POBRE Y HUMILDE EN UNA FRATERNIDAD DE PEREGRINOS, PE– NITENTES EN EL CORAZON Y EN LAS OBRAS, Y PROMOTORES FRATERNOS DE LA OBRA APOSTOLICA PARA INCREMENTO DE' LA IGLESIA". Entre los pliegues de esta magistral definición se pueden descubrir muchas respuestas y cla:nificaciones. Como conclusión de esta panorámica ,latinoamericana, a) esperamos una legislación suficientemente flexible, que pueda absorber y asimilar las circunstancias más diferenciadas y contrapuestas, como nuestra realidad latinoamericana y b) el Esquema contiene y ofrece gérmenes vitales con buenas po- sibilidades de solución. Fundamentalmente o potencialmente, me atrevería a decir, que el Esquema, a pesar de los reparos, en una solución a la situación de Amé– rica Latina. 3. HACIA UNA CLARIFICACION DE LA VOCACION FRANCISCANA A. FRATERNIDAD En el Esquema encontramos valores evangélicos. Pero... y el Evan– gelio mismo?. Aquí hay un defecto, no sé si de ;pr,incipio o de método. En la Asamblea se nos repitió que la Regla es un comentario al Evange– lio y que las Constituciones son un comentario a la Regla. De esta ma– nera existe el peligro de que el Evangelio quede lejos y evaporado. En ~ealidad, si nos ponemos a buscarlo a través del Esquema nos encon– tramos con un Evangelio deslavado, sin aquella apasionada y caballeres– ca fidelidad de Francisco, sin aquel literalismo fresco e infantil. Una pena. En este "retorno a la inspiración originaria" para una "renovadón y adaptación'', tarea encomendada por el Concilio a los Institutos religio– sos, ¿qué otra cosa debiéramos haber hecho sino clamar fuerte sobre el mundo: "La Regla y Vida de los Hermanos Menores es VIVIR EL SAN– TO EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JEiSUC'RISTO"? Este tiempo postconciliar era el gran momento para revivir las memorables batallas .del hermano Francisco por el "Santo Evangelio de nuestro SE!ñor Jesucristo". En el Esquema, lamentablemente, no hay batallas; lejanos ecos, tan solo. En cuanto a la Fraternidad, primer elemento constitutivo de nues– tra Orden, en el Esquema encontramos notables altibajos. Este hecho podríamos explicarlo con lo a_ue ya sabemos: ciertas interferencias en el trabajo de la Comisión, el "encargo" que se le dió a la: Comisión de revisar punto por punto las antiguas Constituciones "quitando unas co– sas. agregando otras", y por esa especie de confusió:p a que ha estado, sometida la Comisión, con el "antes" y "después" de ''Eclesiae Sanctae"..

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