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-243- Los m1s10neros lamentan su situación de dep,end,encia r,especto de sus provi1ncias. Todos comprendían que las "misiones" tienen que ser de– pendientes para los efectos de la ayuda en personal y económica: las Mi– siones y Custodias no podrían subslstir, y menos prosperar, en una su– puesta autonomía completa. Pero se dijo que se sienten gobernados des– de una lejana "torre de marfil", en el sentido de que, con desconocimien– to total de la realidad, son "teledirigidos" desde sus Provincias en deter– minaciones sumamente importantes. Por eso, privadamente se dijo mu-,. chas veces que el mejor sistema sería el de una "autonomía dependiente" (cfr. "Apostolado", más abajo). B) SUBDESARROLLO He aquí el problema. Se trata de un subdesarrollo integral que co– mo en un caleidoscopio abarca todo el arco de los más variados problemas, desde el índice de producción per capita hasta la promoción de vocaciones. sacerdotales. No tan solo se trata del nivel medio de ingresos individual. Afecta toda la realidad. La característica de las inmensas barriadas urbanas es "su margi– nalidad, eminentemente pasiva en cuanto que no participan de los distin– tos bienes y servicios de la sociedad, en cuanto no contribuyen a las de– cisiones ni toman parte en las soluciones de los problemas, incluso en aquellos que los afectan directamente. Esta marginalidad se acrecienta por la desintegración interna en que viven. Carecen de cohesión social, lo que les impide organizarse" (Episcopado Latinoamericano en el "Documento de la Segunda Conferencia del CELAM" "Ecclesia n 9 1403). Otro grupo encerrado fatalmente en el círculo del subdesarrollo es el elemento campesill!o. "Régimen alimenticio inadecuado, vivienda de– ficiente, carencia de servicios, poca participación en la vida social y polí– tica. Las escuelas son muchas veces tan deficientes que no permiten si– quiera la alfabetización funcional" (Episcopado Latinoamericano, ibidem). Un cincuenta por ciento de analfabetos, con "una deserción escolar... alarmante", una "democracia formal" ... Después de todo esto, el Episco-– pado Latinoamericano termina: ''Los cristianos no podemos estar ausen– tes ni ser neutrales en la marcha de nuestro pueblo hacia su destino his– tórico. La situación de cambio que atravesamos nos exige actitudes nuevas para una reforma urgente, global y profunda de estructuras. La presencia de nuevos problemas y el planteamiento nuevo de problemas antiguos constituyen un verdadero desafío; pero en el plano de la Providencia se· alzan como signo de los tiempos que reclaman imaginación, audacia y trabajo en colaboración para una adecuada solución". (Ibidem). Frente a este hecho del subdesarrollo en el que el cristianismc ha, tenido su parte de culpa, sea como cultura o como religión, por una ina-. decuada incomprensión de sus raíces evangélicas, ¿qué nos corresponde hacer a. nosotros, los franciscanos? . El Esquema ofrece virtualidades para integrarnos los .franciscanos; en la tarea de la promoción de los marginados y redención de los po– bres. Por ejemplo, el capítulo quinto del Esquema ofrece grandes posi– bilidades.

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