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NOTAS ( 1) Anteriormente a este encuentro efectivo se ha recordado por los teilhardianos que Teilhard tuvo diálogos con doctos jesuitas de su entorno, especialmente con A. Valencin. Pero estos pri– meros informes no le hicieron tomar conciencia del acercamiento de Escoto a su propia concep– ción hasta los diálogos de que se habla en el texto. (2) Hallamos estos datos en: De doctrina J. Duns Scoti. Acta Congressus Scotistici Internationalis Oxonii et Edimburgi, Romae 1968, I, p. 13. (3) GABRIELE M. ALLEGRA, /l primato di Cris– to in S. Paolo e in Duns Scoto (Diálogo con P. Teilhard de Chardin), en: De doctrina J. Duns Scoti. Acta... o. cit., 111, P. 219. (4) O. cit., p. 220 (5) O. cit., p. 220 (6) P. cit., p. 220 (7) P. Cit., p. 220. (8) Cf. De primo principio, c. 4, n. 10 (Edic. B.A.C., 1960, p. 705) (9) o. cit., p. 223. (10a) O. Cit., p. 223 (10b) Expone detenidamente este tema en: Le phénomene humaine. Ed. du Seuil, Paris 1955. De modo más breve, sencillo y preciso en: Le groupe zoologique humain. Ed. du Seuil, París 1963. (De ambas hay traducción española). (11) Intenta aclarar el ineludible tema para el pensa– dor cristiano en: La vision du passé. Ed. du Seuil, Paris 1957, p. 39 ss. (12) E. COLOMER, Hombre y Dios al encuentro. Antropología y teología en Teilhard de Chardin. Edit. Herder, Barcelona 1974, p. 171 ss. aborda el tema, aportando fuentes inéditas, pero sin poder clarificar plenamente la mente de Teilhard. Más brevemente la aborda también A. FIE– RRO, El proyecto teológico de Teilhard de Chardin. Ed. Sígueme, Salamanca 1971, p. 518 ss., sin aportar nueva claridad. La bibliografía es inmensa en las lenguas más conocidas. (13) En España X. Zubiri y P. Laín Entralgo patro– cinan esta tendencia ideológica que tiene indu– dables antecedentes en P. Teilhard de Chardin. De notar que éste fue muy· impugnado, espe– cialmente en Alemania, por juzgarlo cercano al materialismo marxista. (14) Le phénomene humaine, o. cit. Avertissement, p. 21. (15) En diversos pasajes expone Escoto el plan divi– no. Recientemente los ha coleccionado y co– mentado en sentido tradicional JUNIPER B. CAROL, Why Jesus Christ? Thomistic, Scotistic and conciliatory perspectives. Manassas, Virgi– nia 1986, pp. 225-44. Damos cita de los princi– pales: Ordinario, III, d. VII, q.4 (Ed. Vives., 23., pp. 361-364). (16) Le phénomene humaine, o. cit., p. 327. La comenta así: "En verdad es ésta una forma superior de "panteísmo", sin ninguna traza em– ponzoñada de mezcla de aniquilación". (17) Le milieu divin, (Ed. du Seuil, París 1957, P. 51.) (18) De nuevo nos remitimos para esta exposición a las obras de Teilhard citadas en nota 1 O. (19) Hymne de l'univers. La messe sur le monde. Ed. du Seuil, Paris 1962, p. 19 (20) Cf. L'énergie humaine. Ed. du Seuil, París 1962, p. 141 SS. (21) Ordinatio, 11, d. VII n. l. (22) Ordinatio, d. XXXII, q. unica, N. 6. (Ed. Vives, 15, p. 433b) (23) ALEJANDRO DE VILLALMONTE, Influen– cia de Duns Escoto en el pensamiento de Fray Luis de León, en: Horno et mundus. Acta Quinti Congressus Scotistici lnternationalis, Romae, 1984. p. 124-5. (24) A. MICHEL, Volonté de Dieu, l'optimisme, DTC. XV, 3341-3344, da una visión histórica del tema. (25) Entre los máximos impugnadores de Teilhard son de notar estos dos: PHILLIPE DE LA TRINITE, Rome et Teilhard de Chardin, París 1964; GIACINTO SCALTRITI, Teilhard de Chardin tra el mito e l'eresia, Roma 1964. (26) EUGENE, TESELLE, Christ in context, Philadelphia 1965, pp. 31-45, arremete contra el cristocentrismo de Blondel, Teilhard de Chardin... Lo más inadmisible de su actitud es el afirmar que Escoto considera fin primario de la Encamación completar la raza humana y de toda la creación. Esta mentalidad, a la que sucumbieron mentes preclaras en el siglo XVII, según hemos hecho notar ei:¡ el texto, fue total– mente extraña a Duns Escoto. 251