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Apuntes para una espiritualidad sacerdotal en la comprensión del papa Francisco cimiento de la vida eterna. En la espiritualidad del pastor ha de estar muy presente su papel singular poniendo límite al pecado por medio de la re conciliación, pero siendo también testigo de otra vida a la que estamos llamados. El pastor ha de testimoniar con su vida que esta—y de la forma como la llevamos cada uno adelante todos los días— no es el final de un camino, sino un paso obligatorio para vivir luego en otra realidad. Y este mensaje, crucial también hoy, se ha de expresar más con actitudes que con palabras. Implica el convencimiento de una manera de estar en el mundo. Esto es lo que podemos verificar perfectamente por medio de la vida de los grandes maestros de espiritualidad. Recordemos, a este efecto, unas palabras del Maestro Ávila, «este oficio es de mayor impor tancia que otro alguno, pues de él pende la salvación de las almas»4. Y algo así supone una verdadera responsabilidad. Vivir desde este convencimiento, dota de una herramienta que puede resultar crucial: el relativizar cuestiones que ocupan excesivo es pacio en la vida de la comunidad cristiana. El pastor está llamado a manifestar, en este sentido, un vivir más allá, proyectándose y dirigiendo la atención hacia el ideal y la consuma ción eterna. Creo que esto es de crucial importancia. Hoy, más que en otros momentos, hemos llegado a creernos que el hombre es bueno, pero olvidando que aun síendo esto verdad conileva también una fuerte dosis de limitación, de pecado y de profunda mediocridad. Y creo que este es el mayor límite que el pastor ha de intentar superar, pero no de una ma nera teórica, sino fundamentalmente por medio de su vida. Con sus ac titudes y su acogida. Incluso superando el escándalo, como algo humano y natural... hemos de aprender a no escandalizarnos de todo o por todo. Nuestra sociedad se ha visto fuertemente influenciada por un calvinismo reinante, que ha generado comprensiones erróneas, pero el pecado forma parte de la condición humana. Es reflejo de su limitación. Si\N JUAN DE AVILA, «Memorial Primero al Concilio de Trento (1551). Reforma ción del estado eclesiástico, [lOj», in Obras Completas. II. Comentarios bíblicos. Tratados de reforma. Tratados menores. Escritos menores, ed. L Sala Balust - E Martín Hernández, Madrid 2013,490. [323]

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