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SAN ANTONIO EN LA DEVOCIÓN DE ESPAÑA 179 este año de 1974, una reflexión en extremo significativa: "La gente, a pesar de la campaña en contra que hacen hasta los mismos frailys, conserva su devoción al Santo". Sigue la "extraordinaria afluencia. de devotos" (1975), "Con más asistencia de fieles que en años anteriores" (1978). En 1982 "Unas docenas de cohetes desde la azotea anuncian por la noche del 12 (de junio) la festividad .. . Cohetes no muy rumoro– sos, con ruido tolerable", acota el cronista. Y hete aquí que en 1984, además de "iglesia abarrotada" se torna a la "verbena, que sirve para la integración del barrio en la parroquia". Sigue la verbena y las ingen– tes multitudes acudiendo a la iglesia de S. Antonio. En las hojas de anuncio de 1985 se estampa la frase de Juan Pablo II: "S. Antonio es el santo de todos los hogares". Y en 1992 se encuentra el lector de la crónica con la siguiente consideración: "Un fenómeno religioso digno de estudiarlo a la luz de la religiosidad popular. Pero todo esto es asunto de la parroquia. - ¿ Qué significa para Cuatro Caminos este mes de junio? - Ya no existe Pía Unión, ni atención especial a los martes; ni capillitas; en realidad ningún hermano se hace cargo de S. Antonio a excepción del Superior; pero ahí va, sin propaganda, cada día más pujante y más generosa la devoción al Santo de los Milagros". Lo último que leímos sobre S. Antonio es de 1993: El cronista, después de hablar de la esmerada preparación a la fiesta de San Francis– co dice: "Pero el 'Santo' y la devoción siempre desbordante es la de San Antonio: no sólo el novenario sino todos los martes el pueblo se acerca al Santo de los Milagros con franca sinceridad. Los 'pobres' de la portería que piden por amor a San Antonio saben qué significa el Santo del Pan de los Pobres . Uno no entiende cómo se puede mante– ner durante años esa forma de pedir. - Hoy todo debe estar organiza– do. Personas a quienes se pregunta sobre esta forma de ejercitar la caridad se sorprenden y nos piden seamos más "inteligentes y eficaces". No sólo el dar, sino el modo de dar y a quiénes dar". La realidad de la fraternidad e iglesia -de S. Antonio de Cuatro Caminos no se refleja sólo en los pobres de la portería. No se niega un socorro al pobre que llega a la puerta. Pero junto a la caridad inmediata se ejercita también otra que se pretende es más inteligente y eficaz, parece decir el cronista con la apostilla final de que "una asistenta social encauza muchas limosnas entregadas para los pobres en nombre de S. Antonio".