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150 BERNARDINO DE ARMELLADA humano 1 . Y últimamente, en un mensaje con ocas10n del Centenario, el mismo Santo Padre propone a S. Antonio como figura carismática, que ofrece, también para nuestro tiempo, "indicaciones muy vivas y esti– mulantes sobre el compromiso necesario para el nueva evangelización" 2 Extensa y rica en sugerencias es, sobre todo, la Carta que los Ministros Generales de la Familia Franciscana han dirigido no sólo a los franciscanos, sino a todos los hombres de buena voluntad. Presentan el itinerario espiritual de S. Antonio poniendo de relieve su aspecto de tradición y originalidad franciscana, su amor a la Iglesia hecho "pa– sión y sufrimiento" 3 y su respuesta clarividente a la nuevas situacio– nes, desde una antropología optimista que ve en el hombre la imagen de Dios 4 • El modelo de apóstol que es preciso redescubrir en S. An– tonio se cifra en la experiencia de que " la verdad divina sólo puede comprenderse y anunciarse gracias a la plenitud de la inspiración interior" 5 . El "fenómeno antoniano" está ahí: es la universalidad imperturba– ble de una devoción popular que confía a su intercesión el remedio de mil necesidades humanas, proclamando día tras día la eficacia sobre– natural de su valimiento. Signo de la cercanía de Dios a los pobres y necesitados, S. Antonio recibe y da. Recibe de Dios y de los hombres y da lo que recibe: milagros de gracias espirituales y de pan. El cepillo que suele acompañar a su imagen es petición insistente de solidaridad 1 "Antonio... in tutto !'arco della sua esistenza terrena fu un uomo evangelico; e se come tale noi lo onoriamo e perché crediamo che in luí si e posato con particolare effusione lo Spirito stesso del Signare, arricchendolo dei suoi mirabili doni e sospingendo– lo "dall'interno" ad intraprendere un'azione che, notevolissima nei quarant'anni di vita, !ungí dall'essersi esaurita ne! tempo, continua, vigorosa e provvidenziale, anche ai nostri giorni .. . I suoi discorsi pieni di fuoco piacevano alla gente, che sentiva un intimo bisogno di ascoltarlo e non riusciva, poi, a sottrarsi alla forza spirituale delle sue parole". De la homilía pronunciada en la basílica antoniana de Padua el 12 de septiembre de 1982, conmemorando el año 750 de la muerte de S. Antonio (AAS 74 [1982] 1152- 154). 2 Juan Pablo II, Mensaje con ocasión del octavo centenario del nacimiento de san Alltonio, en Selecciones de Fmnciscanismo 23 (1994) 329. 3 Carta de los Ministros generales de la Familia Franciscana.. con ocasión del octavo centenario del nacimiento de san Antonio (1195-1995), en Selecciones de Franciscanismo 23 (1994) 338 4 Ibid., 340. 5 Ibid., 343.

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