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400 GERMÁN ZAMORA más joven que Francisco y sus colegas, cruza la calle en un segundo plano, acompañado de un gozquecillo, y volviendo con curiosidad la vista hacia el conjunto. Y, en la esquina, una mujer enana - ¿ o una niña deforme ? - se queda no menos pasmada ante el suceso. Creemos que también aquí recurre Viladomat al costumbrismo español de la época en vestimentas y actitudes, no siendo difícil entrever en el movimiento, gestos y talante del hombre de la capa, o un precedente de los majos de Goya, o inequívocos visos de torero 46 • Entre los representantes del episodio en la ciudad, debe citarse también a Martín Engelbrecht que, pese a no conceder al hecho tanta importancia, no pudo olvidarlo del todo, y lo engastó en la escena mayor del nacimiento, dando al espectáculo, un poco lóbrego, del establo sobre– volado por demonios, el desahogo de un alegre y temprano triunfo del héroe en su patria chica 47. Tipología 2.a: El episodio en descampado Gillis van Schoor y su invención inconfundible (1632, 1670) Nos presenta la alfombra del manto del caballero tendida sobre el tapiz natural de una pradera. Si ele ésta brotan la hierba y algunas florecillas, sobre aquél llueven rosas. En efecto, Francisco, infante pulcra– mente engalanado, se ha visto como sorprendido no sólo por el hombre de la capa, que ha logrado aclentrársela, por detrás, bajo sus plantas, sino que se ha encontrado, de frente, con la sorpresa, no menor, de un joven que, portando un canastillo de flores, se apresura a esparcirlas a sus pies. Estupefacto el adolescente, alza sin vacilar su brazo derecho hacia lo alto, de donde desciende un chorro de luz sobre él, con la clara insinuación ele que sólo a Dios se debe el homenaje. La incisión de van Schoor es el mejor comentario artístico al recuerdo de aquel que « a suis consodalibus, passim per urbem Flos juvenum dicebatur » 48. Martín van den Enden y su paisajismo (1646) Francisco, ele paseo bajo una avenida de árboles corpulentos en plena campiña, ve cómo, ele pronto, le cierra el paso un caballero de capa y espada, echando aquélla por tierra a sus pies, al tiempo que, sombrero en mano, traza ante él profunda inclinación. El niño, sobresaltado, inicia un gesto ele rechazo con las manos, mientras su rostro refleja anonada- 46 Cf. los datos de la nota 8. En escena marginal aparece Francisco vendiendo paños en su casa; esta vez sí ha sido recogido ese episodio secundario por Abada!. 47 Cf. supra, nota 36. Además: C: 19 x ca. 35 mm. (* 120 x 65 mm.). 48 Cf. supra nota 17. Ademüs, E: 2; C: 98 x 67 mm.; H: Quis putas puer iste erit? Lllc. l. / Ezmte autem illo, substernebant / vestimenta sua in via; K: s.s.
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