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380 GERMÁN ZAMORA calle, edificios, personas, distintivos de éstas yacen apenas esbozados, al menos en la imperfecta reproducción de que dispone el Museo 8 • Una recreación de fines del s. XIX Con más rasgos evocadores de la creac10n de Ligozzi en la escena principal que en la accesoria, ésta nos presenta su ángel peregrino más bien en trance de despedida, una vez cumplida la misión de descubrir a la afligida Pica su humilde casa de maternidad y de verificada ésta. Al borde de la calle y en ademán de partir, el alado emisario vuelve los ojos hacia el establo por última vez; viste larga túnica con esclavina adornada por una concha, se cubre la cabeza con sombrero aligacho y empuña un bordón rematado por firme escarpia. Fuera de la penumbra de la caballeriza, en cuya entrada se recorta su figura, se delinean débilmente las torres y otros edificios de una ciudad 9 • Subciclo B: El nacimiento de Francisco Reaparecen en él muchos de los autores que acabamos de ver y, en no pocos casos, se repiten las mismas obras ya en parte examinadas. Pero ahora se contemplan no en relación con el consejero inesperado - que, sin embargo, sigue siendo nuestro elemento diferencial - sino con el hecho central que describen: el nacimiento de Francisco. Tipología l.ª: La escena en un establo sin el ángel Incluimos aquí la versión dada al tema por algunos artistas que prescindieron por completo, o casi por completo, de la presencia del ángel peregrino en la escena misma del nacimiento. En Francisco Villamena El episodio se escenifica dentro de un rectángulo dispuesto vertical– mente. Para denotar que se trata de un establo, basta el perfil esfumado • A: V-BB-2; B: [2]; C: 100 X 45 mm (* 109 X 161 mm.); D: xilografía; E: l. Antonio Viladomat, 3. Abada!; G: ca. 1735; H: s.i.; J : obs; K: Abada/ (¿xilógrafo?); **: - Sobre Vila– domat y su pintura escribe D. Angulo Iñíguez: « Con el colmido claro de Palomino forma contraste el de Antonio Viladomat por sus tonos oscuros y rojizos, que parecen enlazar con la tradición seicentista valenciana. Artista bien dotado, la falta en su patria de buenos modelos hace que su obra resulte provinciana y arcaizante. Su serie más conocida es la de San Francisco, del Museo de Ba'rcelona » (Historia del arte II, Barcelona 1962, 366). La serie de sus 20 escenas fue pintada para el convento franciscano de Barcelona. Por pertenecer al período de apogeo en la extensa producción de Viladomat, las fechamos en torno a 1735. Puede verse una reprnducción de las mismas en Franciscalia, entre las pp. 194 y 195. 9 A: V-BB-3; B: [2]; C: 47 x 30 mm. (* 73 x 106 mm); D: incisión; E: 3. Santamaria; F: Milán; G: 2.• mitad del siglo XIX; H: Nascita del Padre San Francesco il Serafico; J: probablemente cap.; K: Santanzaria inc. // Milano; deriva posiblemente de un modelo que no hemos identificado.