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DEVOCIÓN A STA. CLARA EN ESPAÑA 141 Hay en León otros dos conventos de Clarisas: el de Villafranca del Bierzo y el de las Capuchinas de Villamañán. El primero guarda en su capilla los restos del Doctor de la Iglesia San Lorenzo de Brindis, del que el lugar se siente devoto y orgulloso. Tal vez sea esta la razón de que la devoción a Santa Clara no transcienda apenas fuera de las religiosas. Villamafíán es una población pequefía y la devoción a Santa Clara no tiene especial relieve en el pueblo, si bien la imagen de la Santa es venerada en la iglesia conventual. La pulcra localidad de Villaviciosa de Asturias cuenta también con un convento de Clarisas. Las religiosas dan testimonio de que la devo– ción popular a Santa Clara es grande, si bien ha decaído la asistencia, hasta hace poco masiva, a sus cultos. "Santa Clara es muy querida; pero de forma escondida, como fuera ella en su vida", me dice una monja en estos sonoros pareados que le salen sin intención. Sigue la devoción pidienqo buen tiempo y otras gracias. Se le atribuyen verdade– ros milagros. La tradición de la oferta de huevos es como petición y como acción de gracias. A veces se ven publicadas en la prensa de la región las gracias recibidas de la Santa. La villa celebra la fiesta con verbena popular y cohetes. Desde Oviedo, capital de la provincia, las benedictinas encargan a las Clarisas de Villaviciosa estampas de San– ta Clara porque la gente se las pide a ellas. Otro de los numerosos conventos de Clarisas que jalonan como remansos de paz espiritual la costa cantábrica es el de Ribadeo. Allí la novena a Santa Clara es muy concurrida a pesar de coincidir con la época más intensa del veraneo y ser días calurosos, que invitan más a la playa que a la iglesia. Abundan también los obsequios y limosnas al convento en honor de Santa Clara, sobre todo de los acostumbrados huevos, para pedir gracias, particularmente el buen tiempo. Incluso antes del Carnaval, dicen las monjas, la gente se preocupa de encomendar a Santa Clara el éxito de las fiestas, que naturalmente exigen un tiempo atmosférico sereno 11 • 11 A este convento llegaron en estos últimos años cuatro jovencitas atraídas por el perfume de Santa Clara, vivo aquí como en sus otros monasterios. El obispo de la diócesis, oyéndolas contar las peripecias de su vocación, las invitó a poner todo por escrito en la convicción de "que muchas jóvenes que se debaten en su problema vocacional podrán ver en ellas una serie de actitudes que les servirán de ejemplo" (Mons. José Gea Escolano, Obispo de Mondo!íedo-Ferrol en la introducción al libro de las mismas religiosas: Sor Rosalía Mª. - Sor Margarita Mª - Sor Luz - Sor Mª Eugenia, Ligar con Dios (Cuatro manías rebeldes), Madrid 1991, 8).
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