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DEVOCIÓN A STA. CLARA EN ESPAÑA 139 tísimo 7 • La novena a la Santa es muy concurrida y, si últimamen– te se ha suprimido la procesión por las calles, ha sido a causa del tráfico, no por disminución de la devoción popular. Se recuerda aún el fervor de los fieles con motivo del Centenario de la muerte de Sta. Clara el día 12 de agosto de 1953 con la iglesia completamen– te llena de fieles y la magna procesión con la imagen de la Santa Madre... Otro signo expresivo de la devoción a Sta. Clara se encierra en las palabras del Alcalde del Ayuntamiento de Reinoso de Cerrato 8 (Pa– lencia), cuyos habitantes se trasladaron el día 7 de agosto de 1953 a Palencia para las celebraciones del Centenario, 'por tener este humilde pueblo grandes recuerdos de la Santa protectora, ya que hace siglos radicaba el convento de Monjas Claras en su término municipal". Se puede decir que Santa Clara sigue siendo para Palencia lo que la actual Abadesa, M. Clara del Espíritu Santo, decía a los novicios franciscanos conventuales en la misma ciudad de Palencia: "Clara es una mujer supremamente amante y amada en la perenne juventud de los puros. Es un arco· iris de plegaria de amor, flor siempre viva ante el Altísimo... La mujer recluida y silenciosa se hace por primera vez intérprete y sostenedora de la más asombrosa corriente de actividad apostólica de todos los tiempos... Clara es para la Iglesia y para su Orden de Hermanos Menores el corazón... el amor'' 9 • La imagen famosa del Cristo yacente que se venera en esta misma iglesia dio ocasión a Miguel de Unamuno para escribir con exquisita visión espiritual: "Este es aquel convento de las Claras, las hijas de la dulce compañera del Serafín de Asís, que desde Italia sembró flores 7 "Algunos fieles, me dice la Madre Abadesa, al entregar sus limosnas dicen: por gracias obtenidas por intercesión de Santa Clara ante el Smo. Sacramento, (tanto) para los pobres" . 8 Villa distante de Palencia unos 12 kilómetros. Allí tuvo principio el monasterio de Clarisas que un siglo más tarde (1378) se trasladaría a Palencia. En 1291 "Doñ.a María Pérez, mujer que fue de D. Ruiz Díaz el Bueno, donó a Doñ.a Juana de Santander, primera Abadesa del Monasterio, y a las demás monjas, un castillo que tenía en dicha villa de Reinoso, para su habitación y morada, donde estuviesen con más decencia, ya que hasta entonces vivían en una casita muy pobre" (de los documentos que se conservan en el Archivo del Monasterio). 9 Conferencia dactilografiada sobre "La espiritualidad de Sta. Clara" a los novicios franciscanos conventuales, Palencia 9 julio 1983, p. 3.

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