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DEVOCIÓN A STA. CLARA EN ESPAÑA 151 es a los santos, sino a los que se confían a· ellos tan irracionalmente. Con todo lo que esto lleva de ignorancia, es, sin embargo, señal eviden– te de una inequívoca devoción popular, que encuentra aquí una desvia– ción deformante. Sólo se deforma lo que existe. 9. Herencia de la historia Si bien· nuestra nota quiere referirse a la devoción actual, no está de más citar aquí un documento antiguo en el que los palentinos actua– les encuentran el testimonio de las raíces antiguas de su devoción a Santa Clara 22 • Se trata del testamento otorgado ante el escribano Juan López, de Palencia, el viernes 25 de mayo de 1302 por don Alonso Martínez de Olivera, Comendador mayor de León, y descendiente por línea materna de El. Cid Campeador. En un inciso de dicho testamento se lee: "ltem mando que digan dos años Missa cantada de requiem en el altar de Santa Clara en la dicha iglesia de San Miguel y digan dos treintenarios, que lleven dos años su añal, por las ánimas de mis criados que murieron en las guerras de moros y cristianos, sirviendo al rey don Sancho y al rey don Fernando, mis señores; y por las ánimas de criados y criadas de doña Juana, mi mujer, el qual dicho altar yo mandé hacer viniendo de bastecer de Tarifa, por mandado del rey don Fernando, mi señor. Acaesció que, estando yo en Tarifa, fueron a tierra de moros ventidós de a caballo y diez peones de mis criados a traer algún ganado. Llevólos un adalid mal cristiano, y metió– los en Algecira do los tomaron presos. Y, como los moros tomaron sabiduría dellos, otro día viniendo topé con Audalla y Marín, caudillo de Granada, con ochocientos de a caballo y quinientos peones, y con el ayuda de Dios peleé con él, con doscientos de a caballo y cien peones; y fueron los moros todos muertos y cautivos, salvo fasta cin– cuenta que con el caudillo salvaron, y fue día de Santa Clara, y vinie– ron muchas veces los míos a Santa Clara delante de la pelea". "Item mando que porque yo mandé quedar a Francisco Fernández de Aguilar, sobrino de doña Juaha Guzmán· mi mujer, en Xerez a se curar de un ojo, que aquel día le quebraron, y a restar los cautivos 22 Tomado de la nota de M. Salcedo, Devoción de los próceres palentinos a Santa Clarta, en la revista palentina "Espiga",' n. 1181 (6 al 12 agosto 1978), p. 2.

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