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278 BERNARDINO DE ARMELLADA Desde Cayetano se hace común en este tema el recurso a la "potencia obediencial", que los tomistas contrapondrán al "naturale desiderium", ex– plicándola de tal manera que fomentará la visión extrinsecista del orden de la gracia: situación tan lamentada a mediados de nuestro siglo no sólo por la "nouvelle théologie" 4 • J.-Eymard, al encontrarse con que algún teólogo capuchino, como Bue– naventura de Langres, se adhiere a la explicación cayetanista, concluye que "la escuela franciscana carece de unidad en este punto" 5 • Luego un "Bo– letín de Historia de la Teología" hará de esa indicación casi miedosa una tesis probada respecto a la falta de unidad de la escuela franciscana 6 • Mi propósito en este trabajo es dar un repaso al tema del sobrenatural en los teólogos capuchinos hasta mitad del siglo XVIII. No sólo va a ser una sencilla constatación de cómo la mayoría, sin distinguirse por plantea– mientos originales, se suma a la nunca despreciable "nube de testigos" (Heb 12, 1) de la escuela franciscana, asegurando la absoluta gratuidad de nuestro destino en la libertad incondicionada de Dios y juzgando al mismo tiempo que la innegable apetibilidad de perfección tan sublime, inalcanzable desde el hombre, ha de corresponder de algún modo a la constitución misma del ser intelectual. Aunque esta consonancia coral tiene ya su propio valor teoló– gico, encontraremos también alguna que otra insinuación interesante vista desde la modernidad. Por otra parte, puedo adelantar ya que los teólogos capuchinos que piensan de otra manera, no lo hacen desde principios de escuela franciscana. Por eso, más que "canentes extra chorum", son cantan– tes de otro coro. No pueden romper la unidad de una escuela a la que minus eodem modo quo nunc sunt (quoted with approval by Pere Garrigou-Lagrange, Le sens du mystere... , part 2, chapter 2, pp. 191, 192)". 4 Cf. G. Bof, Soprannaturale aII. Opposizione allo estrinsecismo), en Nuovo Dizionario di Teo– logía, Roma 1982, 1499s; K. Rahner, Natur und Gnade, en Fragen der Theologie heute (ed. por J. Feiner, J. Trüsch y F. Bockle), 3ª ed., Einsiedeln 1960, 209ss; J. A. de la Pienda, El sobrenatural de los cristianos, Salamanca 1985, 17. 5 "In fine signare possumus, si nostris temporibus scriberent, Bonaventuram Lingonensem ínter eos qui se traditionem sequi dicunt, numerari, Marcum a Baudunio autem ínter eos qui auda– ces dicuntur signari; quae inductio potius commenticia videtur, cum quaestiones quae hodie po– nuntur, sint dissimiles eis, quae saec. XVII ponebantur. Melius est animadvertere scholam franci– scanam saltem hoc in argumento unitate carere" (De beatificae visionis... , en Anton. 29 [1954] 62). 6 He aquí lo que se dice refiriéndose al artículo citado: "Se reproducen textos de dos capu– chinos franceses, Buenaventura Lingonense y Marcos de Baudunio, sobre el apetito innato de ver a Dios. Ellos prueban que en la segunda mitad del siglo XVII la escuela franciscana no tenía per– fecta unidad en este punto". J. A. de Aldama, Boletín de Historia de la Teología en el período 1500-1800, en Arch. Teol. Gran. 18 (1955) 244.

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