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LA GRACIA MISTERIO DE LIBERTAD 295 propone siempre una doble conclusión para todos los problemas discutidos: la solución tomista con las objeciones y respuestas y, a continuación, la escotista también con las objeciones y respuestas. No creo que signifique nada especial el que en la cuestión del apetito natural de la visión beatífica invierta el orden acostumbrado para proponer primero la solución escotista 71 • Se ve que lo que más interesa a estos autores es dejar claramente afir– mada la gratuidad de la gracia. Proponen las explicaciones de la teología sin aferrarse demasiado a la limitación de un sistema. Pero está claro que para ellos el "apetito natural" de la visión de Dios, afirmado en la escuela franciscana, es algo perfectamente lógico. 10. Frente a esta actitud intelectual relativamente uniforme en el tema del sobrenatural, aparecen algunos escritores capuchinos que, según se indicó ya al principio, han dado pie para imaginar una ruptura en la unidad de la escuela franciscana en este punto. Como si en la lógica de la misma escuela cupiera una solución diferente. Digamos en primer término que la significación de estos capuchinos como "teólogos de la escuela franciscana" (aun concedida su importancia como teólogos individuales) no puede tener mucho relieve desde el momento en que, queriendo recuperar a San Buenaventura para la teología, por así decirlo, militante, pensaron que el mejor modo de introducir sus enseñanzas en el ambiente teológico de entonces era presentarlas al lado de la doctrina de Sto. Tomás 72 • Por otra parte, casi todos se formaron en el tomismo de entonces, lo que hizo que la doctrina bonaventuriana perdiera en su pureza crítica. Si esto pudo ser o no ventaja para su reflexión personal, no interesa en el momento de afirmar que no pueden ser considerados como exponentes genuinos de la escuela franciscana 73 • Su posición venía a re- 71 "Omnes homines appetunt naturaliter beatitudinem, non solum in communi, sed etiam in particulari. Ita Scotistae... " Liberargumentationum... , pars 4, concl. 35; 254-260. - "Omnes homi– nes appetunt quidem necessario beatitudinem in communi, non vero in particulari. Ita Thomis– tae..." Ib., concl. 36; 261-267. 72 Cf. Melchor de Pobladura, l. c., 402; Agustín de Corniero, l. c., 188, 191. 73 La queja de Bartolomé Barbieri es significativa y se encuentra precisamente en esta cues– tión del apetito natural de ver a Dios: "P. Gaudentius pugnat cum seipso et cum vera sententia S. Bonaventurae, quem trahit etiam violenter ad partes thomistarum, ut saepe ei evenit, cuius cau– sam credo esse, quia primum lac ebibit e fonte P. Theodori Bergomensis (fatetur enim se fuisse eíus discipulum), qui in suo tomo de Deo uno et Trino, quem conficere intendit in vía S. Bonaven– turae, fere semper trahit invitum et violenter S. Bonaventuram ad partes thomistarum, quod in– fortunium etiam cadit apud plures alias se profitentes sectatores doctrinae Seraphici; et praecipue