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LA GRACIA MISTERIO DE LIBERTAD 293 ulterior y más grande" 59 • Nos hallamos aquí ante la naturaleza humana que en su apertura personal se realiza y madura precisamente en la libertad. Sin pretender atribuir a Barbieri ideas o problemas de la teología actual, me vienen a la mente los intentos de una nueva impostación del tema de la gracia superando el concepto dr "sobrenatural" (alguno dirá "sin supri– mirlo" 60 ), trasladando el problema del campo de la naturaleza-cosa a la dimensión de lo personal. Así, p. e., G. Muschalek: "Para salir de este dilema (tendencia natural o extrinsecismo de la gracia) hay que dejar de interpretar la naturaleza espiritual del hombre a partir del concepto infraper– sonal de naturaleza y pas_ar a concebirla como apertura radical no unívoca ni limitada... " 61 • Por su parte P. Fransen alude a los cambios que se están produciendo en la teología católica sobre la gracia: " ...nuevo descubrimiento de la riqueza del mensaje bíblico, ...nuevos horizontes en el terreno de la antropología filosófica y teológica, ...nuevo concepto de presencia (de la Tail- le). Con ello se impone a los teólogos un nuevo modelo de pensamiento: ya no se emplea como modelo la naturaleza, sino la persona" 62 • Si la libertad, en cuanto raíz del proceso de maduración humana, tiene que ver algo con la persona como apertura, no me parece arbitraria la sospe– cha de una intuición renovadora en los textos citados de Barbieri 63 • 8. Leandro de Dijón 64 , en su obra espiritual, afirma la inclinación in– nata del hombre a la visión de Dios, que dice tomar de algunos teólogos 59 "Quoad esse morale et gratuitum et quoad capacitatem maioris boni supernaturalis horno non fuit creatus a Deo nec bonus nec malus, sed tamen cum capacitate bonitatis maioris et mino– ris: hinc inferri licet, quod Deus non dixit de homine: et vidit quod esset bonus, cum ad ulteriorem et maiorem bonitatem deberet tendere et inhiare". lb., n. 256, p. 29. 60 Cf. G. Colombo, Soprannaturale, en Dizionario teologico interdisciplinare, Torino 1977, t. 111, 301a (11. Il tramonto del termine "soprannaturale"); G. Muschalek, Creación y alianza como problema de naturaleza y gracia, en Mysterium salutis, t. 11/1, Madrid 1969, 613s (5. El concepto de "sobrenatural" debe conservarse y "superarse"); J. A. de la Pienda, o. c., 191ss (111. Hacia una superación del planteamiento "natural-sobrenatural" en la teología). 61 Cf. l. c., 611. 62 P. Fransen, Desarrollo histórico de la doctrina de la gracia, en Mysterium salutis, t. IV/2, 728. J. Ornan, Grace and Personality, 1917 (Londres 1962) habría sido "el primero en introducir el mo– delo de la persona para explicar las relaciones entre Dios y el hombre, sobre todo en lo tocante a la gracia". Cf. Fransen, l. c., nota 385. 63 En un contexto escotista abordo el tema en mi estudio Dimensión personal de la gracia en la doctrina escotista de la aceptación divina, en Laurentianum 28 (1987) 106-124. 64 Leandro de Dijón (t 1667), predicador capuchino de gran renombre, escribe una obra Les vérités de l'Evangile ou l'idée parfaite de l'amour divin imprimée dans l'intelligence cachée du "Canti– que des Cantiques", París 1661, donde trata con unción el tema del Corazón de Jesús de un modo inusitado todavía en su tiempo. Cf. Lex. Cap., col. 935.