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LÁ GRACIA MISTERIO DE LIBERTAD 287 coincidencia surge inclinación e indigencia en una parte (el alma) y suficien– cia y reposo en la otra (Dios); porque la una está hecha para el otro y, por tanto, se ordena a él" 39 • Contemporáneo y de la misma provincia capuchina (Provenza) es Mar– cos de Bauduen, a quien Barbieri incluye entre los autores que adulteran la doctrina franciscana para adaptarla a los moldes de su formación tomis– ta 40 • No obstante, en esta cuestión del "apetito natural" no discrepa de la opinión común a los pensadores franciscanos. Le parece clara la explica– ción de Escoto de que el término de la inclinación de la voluntad a la perfección tiene que ser la bienaventuranza en particular, única que es per– fección intrínseca real 41 • Y para la solución de todas las dificultades basta con tener en cuenta en qué sentido la visión de Dios es fin natural o sobre– natural. Por razón de la tendencia innata es fin natural; pero si se consideran los medios de alcanzarla, es fin sobrenatural 42 • 7. Singular importancia hay que dar, también en el problema del sobre– natural, al esfuerzo sintético de Bartolomé Barbieri 43 • En su "Curso de 39 Marcelo de Riez (Regiensis) (t 1682) fue algún tiempo profesor de teología entre los capu– chinos, dedicándose más tarde a la predicación. Dejó una obra titulada Summa seraphica in qua S. Bonaventurae Doctoris Seraphici seraphica theologia per eius in Magistrum Sententiarum libros dis– persa dilucide est enodata et accurate redacta in Scholae methodum, Massiliae 1669. El texto citado se encuentra en: pars 3, tract. 15, disp. 1, q. 2: "Anima enim est expressa similitudo Dei. Haec convenientia in uno extremo ponit inclinationem et indigentiam: in alio sufficientiam et quietatio– nem, quia unum factum est propter alterum, unde ordinatur ad alterum" (p. 968b). Después, q. 4, p. 969b, habla de "apetito natural" de la bienaventuranza, refiriéndose al bien en común, al que tiende todo ser. Cf. Melchor de Pobladura, l. c., 413; Lex. Cap., col. 1034. 40 Marcos de Bauduen (t 1692) o Baudunio, que también se firma de Berulle, fue un predi– cador capuchino insigne y autor de las obras Paradisus philosophicus (Massiliae 1654) y Paradisus theologicus (Lugduni 1661), en que se esfuerza por conciliar a San Buenaventura y Escoto con Sto. Tomás. Cf. Lex. Cap., col. 1038s; Dict. Théol. Cath., t. 9, col. 1963. - Cf. B. Barbieri, Cursus theo– logicus ad mentem Seraphici Doctoris, Lugduni 1687, t. 1, disp. 4, q. 2; 40. 41 "Quod appetat in particulari patet iis rationibus Scoti; quia ille appetitus est ad perfec– tionem intrinsecam realem, qua voluntas perficitur; sed particulare; ergo. Praeterea illud appetere non est actus sequens cognitionem, quia tune esset liber; universale autem non est nisi obiectum intellectus vel consequens actum intellectus; ergo ille appetitus non erit nisi beatitudinis in parti– culari". Paradissus theologicus, t. I, tract. 1, q. 12, a. 1, dubium l. 42 "Obiectiones facile solvuntur, si bene intelligantur conclusiones; quia Deus ciare visus di– citur finis naturalis, conceditur ratione appetitus innati: si dicatur finis supernaturalis, conceditur etiam ratione mediorum supernaturalium". Ib., p. 80a. Más textos suyos acerca del problema pue– den verse en J.-Eymard, art. cit. en la nota 1: Anton. 29 (1954) 51-62. 43 Bartolomé Barbieri de Castelvetro (t 1697), dicho también "de Barberiis" o "Barberis", figura entre los más insignes y fieles expositores de San Buenaventura. Su obra principal es Cursus