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288 P. ANSELMO DE LEGARDA ni lo otro podían ser del agrado de los censores, de aquellos clé– rigos de la Ilustración empeñados en podar desviaciones tradi– cionales. Sea lo que fuere, tropezamos con dos hechos innegables: la prohibición previa de Madrid y la suma rareza del ejemplar im– preso, rareza que resultaría muy explicable si el presumible des– contento entre los de San Sebastián y Fuenterrabía llegó por cau– ces legales a las altas esferas y el Supremo Consejo de Castilla comprobó que había quedado burlada su prohibición. Buenos con– siderandos para, disponer la recogida de todos los ejemplares. No puedo probar el hecho, por más que decisiones así no fueran raras en la época. Imagino que Navarra no se consideraría agraviada por ello. TRANSCRIPCION Al ojear el impreso lo primero que sorprende, en su aspecto material, es la anarquía ortográfica que, por respeto al lector, no va a quedar copiada en la transcripción. Me apartaré también de la servidumbre etimológica del autor y no escribiré possessión, exer– cicio, Jesu Christo, Joseph, Moysés, Thomás, Henri.que, synodal, pa– negyrica, psalmo, cathedral, monstrar y similares; ni mantendré ultracorrecciones como Pathmos u obstentar, ni el extraño Baup– tista. Aquí serían impertinentes observaciones gramaticales o retó– ricas. Enseguida advertirá el lector cierta afición a parejas de sinónimos: alegre y regocijado, altura y elevación; y reminiscen– cias de hipérbaton latino: de la misericordia de Dios ha conseguido, con la gracia de Dios favorecidos; y aún cierto prurito de jugar con palabras cercanas de la misma raíz: la altura de los cedros de tan alta prosapia, distinguida nobleza como los nobles timbres de su escudo. ¿Consideraremos casuales los numeroso endecasílabos que ocurren? Parece que hay musicalidad premeditada. Al primer vistazo se repara también en la abundancia de citas bíblicas, con predominio del Antiguo Testamento. Quien se de– cida a comprobarlas, se sorprenderá de la libertad con que el pre– dícador trunca las frases originales y hasta las deforma en alguna ocasión, sin contar las acomodaciones violentas. Libertad que en-