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314 P. ANSELMO DE LEGARDA vina, y asegura que esa justicia es San Juan Bautista, precursor de Cristo, delante del cual apareció en el mundo, para que todos, por medio de San Juan, pudieran conocerlo: lustitia ante eum, id est, loannes Baptista (90l. Ahora, pues, ya has logrado ver esta– blecida la paz en este tu pueblo y tener a la misma justicia delante de la majestad divina en ese tu patrono; con lo que en ti se ven las señales de aquel pueblo que dice el profeta santo que fue con la paz tan favorecido del Altísimo, delante del cual se miraba la justicia. Y si ésta es San Juan Bautista, tu patrono, pon desde hoy en sus manos esa vara de tu gobierno, para que toda, ella redunde en agradecido servicio del Altísimo. Pon tu vara en manos de San Juan, para que te enseñe el modo de administrar justicia, que siempre vaya junta con mise– ricordia, pues así la miró David en aquel pueblo, símbolo del tuyo, en que colocó juntas a la justicia y paz, misericordioso: Iustitia et pax osculatae sunt (91). 1251 Con que siendo aquel pueblo en donde miras retratado el tuyo, justicia y misericordia debes llevar en tu gobierno, pues así te lo dicta San Juan Bautista,, tu patrono. De modo que ni todo ha de ser rigor ni todo ha de ser piedad, porque el que sólo gobierna con rigor, muestra, más que justicia, tiranía; y el que sólo usa en su gobierno de piedad, da ánimo a los insolentes y atrevidos para ser más malos, y entonces la piedad con éstos de– clina en crueldad con los otros. Todo lo lograrás juntando la jus– ticia con la misericordia, y así te enseñará tu patrono el modo cómo debes dar principio a tu gobierno: amparando con miseri– cordia al pobre necesitado, consolando con piedad al huérfano des– valido y dando con amor al afligido aliento, alivio y socorro; reportando al atrevido osado y temerario, reprimiendo con rigor al pecador escandaloso y resistiendo con valentía al poderoso soberbio, porque éstos te pondrán, si los toleras, en sujeción más penosa, que es la esclavitud de la culpa. Mira que esa vara debe tener, como la de Aarón, flores y frutos: flores de virtud y frutos de buenas obras. Y vos, precursor divino, patrono invicto, defensor poderoso y amparo seguro de este pueblo, asistidle con vuestro poder para que sea feliz y dichoso el principio de este su gobierno. Y como precursor de la majestad de Cristo, que vinisteis al mundo a alla– nar a los hombres los caminos de la virtud, para que huyesen de los ásperos caminos de los vicios, haced que este vuestro pueblo siga con empeño la suavidad de este camino por las sendas rectas (90) In Ps. 84, 14. {91) Sal 84, 11.

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