BCCCAP00000000000000000001628

310 P. ANSELMO DE LEGARDA tentos, por la nuestra también ha habido querellosos. Si la senten– cia de aquélla parecía imposible, a no ser por milagro, nuestro empeño se tuvo también por imposible, a no ser por prodigio. Si allá alegaron su derecho las contrincantes varas delante de la Majestad divina, aqui se han presentado para alegar el suyo de– lante de la Majestad de la tierra. Si allá la vara de Aarón salió distinguida con flores de lucimiento, también aqui se mira la vara de la M. N. y L. villa del Pasaje llena de distinguidos aplausos. Y si allá se concluyó el litigio con la milagrosa sentencia, aquí tam– bién se ha finalizado con la Real Cédula del Monarca que a la vara del Pasaje ha dejado distinguida con flores de lucimiento y con frutos de distinguido aplauso. Pero ¿qué mucho, si la vara que ha conseguido este dichoso pueblo y la jurisdicción de la vara de esta nobilísimo villa, de la jurisdicción de la vara de Aarón venia como heredada? Vedlo claro en el mismo sagrado texto del Evangelio. Todos saben que San Juan Bautista era hijo del sacerdote Zacarías y su madre Santa Isabel, descendiente por línea recta y legítima del sacerdote Aarón: Sa– cerdos Zacharias, et uxor illius de fiUabus Aaron (75). Conque se infiere, por consecuencia legítima, que San Juan era heredero de la casa de Aarón y de aquella su milagrosa vara que, deshaciendo litigios, obró milagros. Esta vara de la posesión de San Juan Bautista la bizarreó hoy a su defendido y patrocinado pueblo, porque San Juan es su pa– trono Y, como tal, se empeñó en favorecerlo, siendo del empeño de San Juan el dejarlo triunfante y victorioso, para que, a. vista. de tanto beneficio, se mostrase a Dios agradecido, reconociéndolo autor primero de favor tan. excesivo. [211 Porque si Aarón, para agradecer a Dios el beneficio de su vara milagrosa, afirma San Gregario papa que se empeñó en ofre– cer al Altísimo sacrificios continuos de agradecimiento, por cuyo mérito y virtud se empeñó Dios en distinguirlo en favores sobre todos: Virga Aaron floruit et quid meriti et virtutis in munere ha– beret ostendit (76), siendo esta vara de la posesión de San Juan descendiente como heredera de la otra, la bizarrea hoy a este su amado pueblo para que excite en los corazones de todos los indi– viduos el mayor empeño de ser a Dios perpetuamente agradecidos; pues, como afirma el Angélico doctor, la deuda del justo agradeci– miento por los beneficios recibidos debe perpetuarse en los cora– zones de todos. Porque, como Dios a proporción del agradecimiento aumenta sus favores divinos, de aquí se sigue lo que afirma e~ santo, que esta deuda de la gratitud cuanto más se paga, más se (75) Le 1, 5. (76) Lib. 14 Moral., c. 16.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz