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EMANCIPACION.DE PASAJES DE SAN JUAN 293 que es ave muy noble y estima.da por su generosidad nativa, y que en la altura y elevación del cedro tiene siempre el sitio de su nido: herodius nidificat in cedris Cl3), para defender las aves pe– queñas que capitanea, de la invasión de las grandes que observa desde aquella altura. A esta ave valiente y generosa se asemeja con la mayor propiedad nuestro famoso mecenas, pues teniendo su nido en la altura de los cedros de tan alta prosapia, siendo su cuna de tan distinguida nobleza, como los nobles timbres de su escudo a todo el mundo lo publican, se hizo con su generosidad nativa nuestra guía, nuestro capitán en defensa de la causa, pero tan esforzado que no paró hasta ver gloriosamente libertada su repú– blica a generosos impulsos de su grandeza. Excuso el decir su nombre por no sonrojar su modestia de todos bien notada y cono– cida, con la que aún se hace más distinguida su grandeza. Sólo, pues, entre concurrencias tan grandes y distinguidas, 131 hay una cosa pequeña. Pero ¿cuál será? El orador de este sermón de gracias, que es muy pequeño para tanto asunto; que es, entre los menores, el menor para tanto, empeño. Pero ¡ buen ánimo!, cobarde corazón mio, que, si allá dijo el profano que audaces for– tuna iuvat, timidosque repellit Cl4), aunque conozco por tan corto mi talento, por animoso puedo ser afortunado. Y si es cierto, como afirma San Gregorio el Magno, que los humildes que obedecen, son con la gracia de Dios favorecidos: humilibus autem da.t gra,– tiam Cl5), habiendo entrado obediente y humilde en el empeño, puedo esperar el acierto en el asunto, buscando modo de dar gra,. cias al Altísimo, a vista de las .grandezas de tan festivo aparato. Y para esto vamos a reflexionar con atención las circunstan– cias de nuestro tema propuesto, que en él pienso hallar con pro– piedad todas las particularidades del asunto. En él nos dice el texto sagrado que aquel caudillo de Dios con todo su pueblo de– dicó a la Majestad divina cultos de agradecimiento con el más extraordinario regocijo,: Tune cecinit Moyses et filii Israel carmen hoc Domino, et dixerunt: Cantemus Domino Cl6). Veamos ahora la causa de este regocijo,, que en él pienso hallar un dibujo claro de nuestro gozo. Fue el motivo de gozo tan exs traño verse, a impulso de una vara misteriosa, libres de una su– jeción que les daba mucha pena y con clamores al Cielo deseaban sacudirla, saliendo a la libertad más deseada. Pues lo mismo fue levantarse en manos de Moisés aquella vara, que partirse la mar a toda priesa, dándoles paso para la libertad segura. Eleva virgam (13) Berch., verb. Herod. (14) Vlrgillo·, En. X, 284. (15) Expoa. moral. In Tob., 1. 4, cap. 17. (16) Ex 15, 1.