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336 GERMÁN ZAMORA lección, aunque haya para ello atenuantes (o.e., p. 659, sobre las Circulares; p. 787, sobre las Constituciones; etc.). Y, por el contrario, ¿ es de Amigó todo lo ofrecido? ¿ Hasta qué punto puede considerarse suya la carta 5, aunque sea firmada por todo el definitorio, al que Amigó pertenecía, si el provincial habla siempre en primera persona del singular ? (o.e., pp. 421-424) 22 • Por estos y otros motivos, más bien merecería un «accésit» a los calificativos en cuestión. En cuanto a la sucesión de los escritos en el volumen, hubiéramos preferido ver, en primer lugar, aquellos en que la personalidad de Amigó se expresa más íntegramente (Apuntes, Cartas), y después, sus proyecciones parciales, como fundador (Constituciones, Ordenaciones) y obispo (Pasto– rales, Circulares), para concluir, como se hace, con «Varios» 23 • - En las notas al pie de los diversos escritos, se evidencia mucha desproporción entre las muy numerosas de la Autobiografía y las del resto, debido quizás al haber podido disponer de una edición de aquélla, ya copiosamente ano– tada 24 • - En documentos más o menos centenarios ¿ es « de elemental discreción » silenciar todavía el nombre de los muertos comprometidos, como ocurre con una carta de 1877 y otras ? Pero todo esto puede pasarse por alto, si se piensa en la voluntad, latente, de dar al público, y en particular al propio, una edición suficiente– mente científica, y apta, al mismo tiempo, para finalidades espirituales. La tendencia atomizadora al párrafo numerado obedece, sin duda, a éstas. 2. Hacemos nuestros los elogios con que fue saludado el estudio Testigos del amor de Cristo ¡por sus mejores jueces, los profesores del « Istituto Francescano di Spiritualita », al que fue presentado como tesis de doctorado. Revestido aún de la mantilla nativa, ve la luz en el momento cronológicamente oportuno, sin miramientos para con el consejo horaciano y sus prudenciales años de hibernación. El libro, claro en su estructura como un cuerpo cristalino, muestra marcada tendencia a triangular la espiritualidad de Amigó. ¿ Fue ésta realmente así, o hay en el enfoque su parte de aporte subjetivo ? 25 • Lo que no puede menos de admirarse es el alarde de pruebas aducidas, el esfuerzo por ensamblar teológicamente la contextura de la tesis y la primacía en la sistematización general de la materia. En cuanto al estudio de las fuentes de la espiritualidad amigo- 22 El extenso Epílogo necrológico compuesto por el P. Ardales y cosido a las ediciones de la Autobiografía, hubiera sido tal vez preferible imprimirlo en cursiva, como el Prólogo de Lauzurica, con el que hace juego, y sin numeración de párrafos, por no ser de paternidad amigoniana. 23 Creemos qüe ese orden hubiera reflejado mejor el triple estrato de su espiritualidad - como religioso, fundador y pastor -, aunque se superpongan, los destinatarios y la orientación básica de su legado literario, sin oscurecer el aparente Leitmotiv espiritual de la edición. 24 De muy distinto cariz es el lapsus de o.e., p. 18, nota 22: mal pudo entrar el beato Diego José de Cádiz en la terna con san Antonio María Claret y el P. Ambrosio de Benaguacil para la provisión del arzobispado de Santiago de Cuba. 25 El «triángulo» - Cristo, María, Francisco - falla, al menos, en una ocasión (p. 22: quizás porque la cita amigoniana usufructuada no mencione a la Virgen, aunque se la introduzca en el texto poco después).

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