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ANGELA MARGARITA SERAFINA 81 ra de fundadora, capaz de poner en marcha una comunidad de autén– ticas capuchinas. Tras la experiencia negativa del gobierno de sor Estefanía, ¿no era arriesgado encomendar la configuración de la na– ciente fundación a un grupo de profesas venidas del extranjero con sus propias estructuras ascéticas y monásticas? ¿No era preferible dejar obrar libremente al Espíritu, que se mostraba pródigo en aque– llos comienzos sobre la base institucional de la Orden de las capu– chinas? Habían pasado casi tres años, y no era el caso de esperar más tiempo en aquella incertidumbre. El obispo se decidió a informar a la sede apostólica de la mar– cha de la fundación y del buen espíritu de la comunidad. La res– puesta fue un rescripto de la Congregación de Obispos y Regulares que comisionaba al prelado para recibir la profesión de sor Angela Serafina y para investirla del cargo de abadesa con todas las atribu– ciones; a su debido tiempo, en manos de ella, harían la profesión las demás novicias. El 7 de abril de 1602, Pascua de Resurrección, la fundadora emitió su profesión según la fórmula de las clarisas capuchinas. El obispo le puso después el velo negro de profesa y la declaró abadesa para todos los efectos. El 12 de agosto, fiesta de santa Clara, hicie– ron su profesión en manos de la fundadora nueve de las más an– tiguas. El edificio de Riera d'En Prim resultaba insuficiente para alber– gar a las diez profesas y siete novicias que integraban la comunidad; además, era necesario adaptarlo a las exigencias de la vida claustral. Mientras se realizaban las obras la comunidad fue a vivir, el 15 de septiembre, al convento de Montalegre, en el Arrabal, que había sido de monjas de san Agustín.· Ideales de la fundadora. Pedagogía evangélica En la fórmula de profesión sor Angela Serafina y sus compañe– ras habían prometido «observar la forma de vivir de las pobres so– rores de santa Clara... declarada con las constituciones». Las constituciones no existían aún. Pero el obispo Coloma te– nía ya adelantado el texto, que iba elaborando bajo la guía lumino– sa de la fundadora; ésta se había procurado, por medio de los
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